miércoles, 31 de julio de 2013

Irreflexivo

Terminamos como podíamos las cosas que no entendíamos. Hay cosas que no deben sacarse de contexto, ni la mitad de los bailes deberían recordarse, pues muchos no merecen mención. Sonreír por una tontería, lo que mil historias buenas no consiguieron rescatar.
Ahora todo es diferente los días tienen mejor sabor al despertar, el ruido del viento no es molesto, es como un susurro que cada uno quiere escuchar.
Olvida las características que no llevan a nada más que a preocuparse de algún que otro resultado. No importa la calidad sino la intención, crear o no crear, vivir o sentir lo que se lleva por dentro, es más que una vivencia, es la experiencia en su máximo exponente.
Me encanta reservar segundos para perderlos, regalarlos o simplemente olvidarlos, como todos los que día a personas que no me interesan, personas que me recuerdan que la noche es más oscura justo antes del amanecer. Y así, así se retuercen en sus camas arrepentidos de no aprovechar al máximo el día, así se muestran heridos por no entender a las personas que son diferentes, y las pierden. Cuando se pierde algo que en el fondo era bueno, antes o después tendrás que darte cuenta, o no, porque no hay más ciego que el que no quiere ver. Pensándolo bien es un dilema sobrevivir pendiente del resto, ¿para qué? Si al final en la carrera compites solo contra ti mismo, si cuando emprendes un deseo, y te cuesta conseguirlo, bajas los brazos, ahí es cuando pierdes ante la única persona que siempre estará contigo. Tú mismo. 

martes, 30 de julio de 2013

Del amor a la despedida

¿Recuerdas? Yo sí, recuerdo la primera vez que te vi sentada en el parque mientras hablabas con tus amigas. Mi mirada giró hacia a ti casi por instinto, me paré incrédulo frente a ti, mientras tú y aquellas locas me miraban riéndose, vaya vergüenza. Pero claro, no podía saber que esa misma noche en el bar donde siempre estaba con mis amigos, tú aparecerías. Estábamos entre risas y fiestas la noche empezaba con buen pie, hasta que tú llegaste y los nervios me recorrieron el cuerpo. Cruzamos miradas y tu sonrisa me robó el alma, me dejaste parado, en ese momento lo supe, me había enamorado. Después de un cruzo de señales imperceptibles por tu parte, me acerqué, me acerqué porque me lo pedías entre gritos en el silencio y el ruido de mis amigos ya no era ni la mitad de lo que sonaban los latidos dentro de mi pecho. Me acerqué a ti y no hubo palabras, solo intenciones, sentimientos, te bese y me diste un tortazo, pero después no te resististe más y cediste a la irracionalidad del momento. Nunca me arrepentiré de ese momento y nunca olvidaré ese día tan extraño que resultó traerme la luz que iluminaría mi camino en la vida. Pero ahora te marchas, a otro país, después de tantos años juntos. Apenas me consultas si me parece bien, apenas me comentas qué ocurre, ni siquiera me miras como antes, ¿Por qué?, ¿Por qué no quiero perderte? Lo siento, pero no me gusta tu egoísmo, vete si quieres pero no olvides que atrás dejas las maletas que prometiste compartir conmigo, que prometiste que llevaríamos siempre juntos. Adiós, adiós te digo porque no puedo ni mirarte sin derramar una lágrima, perderte no era lo que esperaba en mi vida. Ya había construido nuestro futuro juntos, ya había creado mundos imaginarios donde la felicidad no era una opción. Asi que hasta siempre, guardaré nuestras fotos en un baúl que abriré un día para ver como brotan los recuerdos de un pasado que recordaré en un futuro que en el momento en que las mire se convertirá en presente. Adiós amor mío, espero no volver a verte.

lunes, 29 de julio de 2013

Goteo al infierno

Gota a gota la libertad te posee
en un sensación que pocos resisten
es una mala compañía
aunque en ocasiones te devuelve la vida
te enseña a ser diferente
te grita consejos que no debes escuchar
pérdidas de memoria
en ocasiones te desprende de amigos
te invita a decir palabras que no entiendes
comportamientos que avergüenzan
caballeros hechos sinvergüenzas
sinvergüenzas que son detestables
miles de miradas te enfocan
mientras tú crees ser más de lo que eres
no puedes optar a la excusa
de que fue una noche
porque no es una, son demasiadas.
Amaneceres que no miras
atardeceres que empiezan entre licores
licores que te llevan a la sudoración más extrema
mientras gritas, ríes y ves miles de posibilidades
“no decaigas en esto” te dicen,
“ten cuidado” te cuentan
pero tú no escuchas por orgullo
orgullo que no existe
orgullo que inventas para no dejar de hacerlo
porque en realidad es tu maldición
y es difícil reconocer que estas inmerso en una adicción
al final el sufrimiento no es solo tuyo
dañaras al que te rodea si te aprecia
dañaras a todo aquel que le importas
por cuatro gotas que no te hacen falta para llenarte de gozo
pero así es la realidad y no hay que esquivarla
hay que afrontarla aunque sea lo único
que te saca de tus malas formas
que te encierran en una cueva
de la que no saldrás sino te esmeras.

domingo, 28 de julio de 2013

No digas que no te lo dije

Entiendo la ironía de lo imperfecto
llorar por una filosofía que no existe
vivir por una señal que no llega
y soñar entre acordes de un dilema.
Pídele al cielo que no desista
en alcanzar las metas del pasado
la niñez, la madurez, la vejez
Si la comprimimos
¿Qué nos queda?
Nos queda nuestro ser
nuestro verdadero yo
aquel capaz de jugar al azar
aquel capaz de asentarse en un lugar
aquel que no ríe porque llora
aquel que llora por no reír
aquel que tiene ilusión por un adiós
y llora al recibir un saludo.
Diría que es fácil entender lo que nos rodea
porque claramente te rodea el sistema
un sistema que amenaza con tu cordura
para no perderte aquí entre tus locuras.
Total, al final llega a la realidad más obsoleta
la realidad que te explica que sucede
que somos simples seres que nacimos de este planeta
que somos simple casualidad del eterno misterio
que reside en nuestro recuerdo más oculto
pues años y años nos han descrito
cuando la oscuridad llegue
no digas que no te lo dije
y menos te quedes con dudas de acobardamiento.

sábado, 27 de julio de 2013

La gota que entendió la idea

Cuenta la historia que en un lugar alejado hay una leyenda que no tiene explicación, las teorías no concuerdan y la melodía de su sinfonía es diferente a la armonía contada por las gentes que no existieron. Digamos que ponernos a pensar en diferentes conceptos no puede explicar la divagación que conlleva recordar aquella historia que todos conocen pero nadie cuenta. La curiosidad te llevara a entenderla, pero primero debes lograr escucharla.

Cuentan que una gota cayó del cielo hace mucho tiempo, en la tierra no había aún agua, por lo que fue la primera en llegar. La gota recorrió todo el mundo en busca de un semejante, pero no encontró. Siguió su camino, a cada centímetro que recorría dejaba un poco de su ser impregnado en el suelo que moraba, dejaba su alma dibujada en el suelo para que su rastro pudieran seguirlo otras en su situación. Pero llego el sol y por lastima le dio una ayuda y la evaporo hacia las nubes. Allí se perdió entre miles de litros y perdió su consciencia, se perdió entre todas las demás. Después de un tiempo se desato una tormenta y millones de litros de agua cayeron hacia la tierra, se formaron ríos, mares, océanos, lagos y demás pero la gota no supo nunca de su estancia anterior. Tiempo después el ciclo de la lluvia volvió a aparecer y volvieron  a las nubes muchas gotas que se separaron, pero una en particular mientras alcanzaba el cielo pudo mirar hacia el suelo, y vio dibujado desde lejos lo que tiempo atrás había descrito.


“Nunca te pierdas a ti mismo”. Y recordó quien era, con una sonrisa acato su destino de nunca aislarse pero siempre manteniéndose diferente al resto.

viernes, 26 de julio de 2013

Caes

Caes y no sientes nada abajo, piensas que no hay fuerza para vivir, que no existe destino en el que la sonrisa provenga de una idea, y sueñas, pero en vez de irrealidades que no observas, tienes pesadillas que conmemoran dramáticamente tus historias más profundas.
Sonríes para disimular. Sonríes malamente por no preocupar, pero preocupas, preocupas porque no actúas racionalmente, no actúas como solías, pero es imperceptible porque caminas de lado para que nadie pueda observar que miras, que miras todo con detalle. Imaginas, imaginas que todo el mundo está contra ti, que todos están a tu favor, e ignoras, ignoras todo aquello que te intenta destruir, todo aquello que te reconstruye para hundirte en un fervor hacia la superficie más absurda que puedes concluir, concluyes pensando, pensando que, por más que sueñes, por más que pienses o incluso por más que lo intentes las referencias del pasado y las señas del futuro no son más que conclusiones absurdas que un loco derivando encontró en un baúl que nunca pudo abrir.

jueves, 25 de julio de 2013

No preocuparse

Ahora me dirás que el tiempo que has tenido lo has desperdiciado por que no has conseguido aquello que has decidido emprender. Lo siento si te digo que es una agonía siempre vivir pensando en llegar a un fin, pues fácilmente puedes llegar sin obsesionarte, aunque siempre con constancia. Vivir para ti es vivir como se debe, vivir para otros es morir en muchas orillas de las que nadie te recoge. Sueña o divaga de vez en cuando para que la vida no parezca tan monótona. Grita por las calles a ver cuantos te miran como a un loco, que más da nadie te conocerá pero si te juzgaran. Te juzgan por no seguir unas pautas que ellos dan por sentado. Y yo pregunto: ¿Por qué he de seguir vuestra forma de vida?
Claro que hay cosas que tenemos que cumplir en sociedad, las básicas para la subsistencia. Pero de resto no tengo porque seguir las convenciones sociales que se consideran adecuadas cuando las locuras espontaneas son las que a mí me llaman. Me llaman loco, pero yo no lo estoy. Es sencillo miras al frente y ves cuatro personas serias mientras tu pasas a su lado corriendo desnudo. Mientras sus fuerzas se van en palabras, mi cuerpo desata adrenalina y me manda la señal al cerebro de que en ese instante de vergüenza, emoción y demás sensaciones que puede transmitirme, la idea que saco en claro es, que estoy vivo.

miércoles, 24 de julio de 2013

Ya...

Olor a césped recién cortado,
sonidos del mar en verano,
lluvia en primavera,
amaneceres en cualquier época del año,
risas que no se olvidan,
recuerdos que siempre escuchas,
palabras que quedan en el aire,
porque pesan mucho para que las arrastre el viento,
sentimientos pasados por susurros,
susurros que se escuchan de lejos,
gritos que no se denominan más que palabras,
porque el tiempo se lleva las manecillas
que rigen los colores del arcoíris,
soledad en compañía,
compañía de la que no desprenderse,
porque todos pintan estrellas,
pero en realidad quien representar asteriscos,
pueblos con miles de habitantes,
ciudades con cuatro gatos,
mundos explorados,
pero la tierra es un misterio,
me muero cuando canto,
y vivo cuando he muerto,
porque nadie ve todo,
y todo el mundo ve una pared enfrente,
ya que si nos ponemos tontos,
todos nos cegamos por alguien.

martes, 23 de julio de 2013

La montaña y la hormiga

La montaña notó pasar las nubes en lo alto de su cabellera, se sentía libre por fin ya que el viento acariciaba sus cachetes blanquecinos por la nevada que había transcurrido la noche anterior. De repente, empezó a notar un cosquilleo, aparte del viento, unas pequeñas punzadas le acariciaban su rostro lenta, pero constantemente, la montaña no tenía espejos, por lo qué no podía mirar que era esa extraña sensación que acompañaba al viento.

Los pinzamientos seguían a través de la gran montaña nevada, y poco a poco el horror dominaba a nuestra querida amiga, las dudas la asaltaban y se preguntaba:
      
      -          ¿Quién es?, ¿hay alguien ahí?, ¿estaré enferma? –se entristecía la montaña a cada sensación de avanzada-.

Pero no obtenía respuesta alguna.

Pasaron los años y aquellas punzadas no paraban, poco a poco se acercaban al saliente por el que nuestra montaña respiraba, y esto de vez en cuando la hacía estornudar, lo que provocaba que cada vez que le pasaba hubiera desprendimientos, o hubiera una avalancha depende la época del año, ya que con los años las estaciones variaban y lo único que no cambiaba era aquella mala insistencia que no se mostraba ni se paraba.

Al cabo de un tiempo, la montaña escucho una pequeña voz:
      
      -          Ayúdame por favor, no estornudes más o no conseguiré mi propósito –aquella pequeña voz se dirigía a ella-.

      -           ¿Quién eres y por qué recorres mi cuerpo? –le pregunto la montaña-.
      
      -          Soy una hormiga que se propuso llegar más allá de los limites, y aunque no me he rendido se me ha hecho complicado avanzar por las continuas adversidades provocadas por tus temblores –respondió la hormiga-.

La montaña sorprendida no encontró palabras al instante, cuando vio a ese minúsculo ser que desde sus faldas había subido casi sin parar. Al final dejo de admirarla y le respondió:

      -          Discúlpame, pero tu avance incesante me hacía cosquillas, no sabía a que se debía, hasta llegue a temer mi final, pero al verte me has conmovido y te ayudare en lo que pueda, ya que tu coraje te hace valedora de ser el primer ser en alcanzar mi cima, y nada me haría más orgullosa que fueras tú, pequeña amiga –le dijo la montaña con tono maternal-.

      -          Muchas gracias, proseguiré mi camino y cuando llegue al final me volveré para darte las gracias –dijo la hormiga retomando su camino-.

Después de aquella conversación, la pequeña hormiga siguió su camino, aquella montaña media miles de metros de altura, que para ella eran miles de kilómetros, casi como si un hombre viajara a pie a la luna. Pero nunca desistió.

Pasaron aún más años, aquella ínfima forma de d vida seguía y seguía, miraba pasar los días de lluvia, los días de sol y solo sonreía, pero también con el tiempo envejecía y su andar se hacía más lento. La montaña seguía incesante sus pasos, la apoyaba y de vez en cuando conseguía desviar el viento para darle empujones, pero aun así no avanzaba demasiado.

Cuando la vejez toco la puerta de la hormiga apenas le faltaba diez metros para llegar, los pasos eran casi inexistentes, y la montaña no hacía más que animarla:

      -          ¡Sigue vieja amiga, puedes conseguirlo! –le gritaba aunque apenas se le escucha-.

Pero aquella hormiga estaba demasiado cansada y antes de llegar, falleció, y entre su último suspiro se escuchó “Gracias”, la montaña en un último esfuerzo consiguió convencer al viento que llevo hasta la cima aquel cuerpo sin vida.
      
      -        Al final lo conseguiste querida amiga, descansa en paz –se despidió de la montaña-.

Desolada la montaña comenzó a llorar, comenzó a llorar de tal manera que se formó un rio, siguiendo el recorrido de aquella valiente hormiga que desafío su propia naturaleza para llegar donde nunca nadie llego.

Desde aquel día la montaña nunca olvido a su amiga, y bautizo a su rio, “El rio de la victoria”, y aunque muchos ya han llegado allí, la montaña nunca olvidaría, como venció su ladera su querida amiga, la hormiga, la primera que la coronó. 

lunes, 22 de julio de 2013

Intriga a ciegas

En un momento llego el derroche de palabras que hicieron despertar mi curiosidad, nunca lo entendí, pero siempre perdura esa llama sin extinguirse en mi interior. A rachas te pienso, a rachas te miro, a rachas sueño con volver a tener un momento contigo sin que sea a modo de suspiro. No entiendo tu ironía cuando te digo que me gustaría entender tu filosofía, aunque ya la he visto en la superficie del océano que es tu forma de ser, solo rozo lo superficial, y mira que siempre leo los detalles que se me muestran pero contigo es más complicado, al ser tan compleja como yo mismo.

Elevo tus percepciones a las mías, aunque a veces me doy cuenta que ves más de cerca los detalles, o tal vez solo sea cuestión de sexo, y en mi genero haya un estándar sencillo de leer.

Pero eso son nimiedades, pues lo interesante no es cuanto sabes de mí, sino cuanto me ocultas de ti, observo fotografías en busca de claves, cuando en persona coincidimos me fijo en tu mirar para ver si lo que yo veo está en algún lugar, pero no lo encuentro, me desespero y pienso que estoy perdiendo el tiempo. En fin, es algo difícil entender un libro si solo te centras en la portada, puede tener un título muy claro, o una portada encantadora, pero lo que nunca veras por fuera es su personalidad arrolladora, tan arrolladora que se lleva por delante cada complejo que saco a la luz, y si, tal vez sea un capricho de mi mente, aunque lo dudo, porque es difícil de engañar al ojo que todo examina. Tal vez nos haya faltado más entrar en lo físico para entendernos sin palabras, o simplemente tengamos un juego que nadie más entiende, pero no me gustar perderme ningún capítulo de esta miniserie.

Y ahora te preguntas si la realidad es más sencilla de lo que la pintamos, puede ser, pero si fuera todo tan fácil me hubiera aburrido algún tiempo atrás, siempre me aburro de lo cotidiano, y sé que tú no te quedas atrás con esta ideología, por eso aun tampoco has desistido del todo en volver a entrar en el juego que te llena algunas tardes con escenas de “thriller” de intriga. Pero la obviedad es abrumadora, tanto embrollo para verte al otro lado de la luna, porque aunque compartamos cielo, o compartamos cama siempre parece que estas al otro lado del dormitorio, contigo la soledad es constante, es por tu cuerpo que no abriga cuando hace frio, ni teje una manta para que tu ausencia no resfrié, tempano de hielo, rio en las cumbres más altas, pero siempre la más interesante historia que cuentan mis actas.


Efímera fue nuestra palabra, idiota la distancia. Tarde… pues no, siempre hay tiempo para retomar algunos cuentos, la pregunta es si tú ves lo mismo que yo, o solo me ves como un pícaro que busca una flor que polinizar para luego poner raíces en otro jardín, nunca se sabe, y menos si no te arriesgas y vas de frente para crear más recuerdos y nuestras primeras intimidades. 

domingo, 21 de julio de 2013

Lágrima por ignorancia

Encontré la flor más hermosa
cuando buscaba tesoros en la arena,
vislumbre su belleza y no tuve palabras,
sus colores renovaron mi autoestima,
sus pétalos no pude ni tocar
porque eran tan radiantes como el sol
y me parecía blasfemar querer acosarlos.

La contemple durante horas,
horas y horas pensando,
“¿Cómo es posible?”.

Esa pregunta me abordaba constantemente,
constantemente cada segundo que la miraba,
cada segundo que respiraba su embriagador aroma,
que me permitía creer que hay cosas que no sé,
y que hay palabras que aún no he aprendido,
que no hay mañana predicho,
ni pasado mal contado,
solo mal expresado.

Y ahí estaba yo admirando a una flor,
una flor que me miraba con indiferencia,
pero que se ruborizaba a escondidas,
porque sabía que la adoraba,
pero me sentía lejos de ella,
por lo que desistí por que no era para mí,
pero siempre existiría en mis recuerdos,
y eso, me valía para seguir,
porque aunque nunca más la viese,
en mi recuerdo cada día florece.


Tiempo más tarde el viento me conto que una lagrima broto de la flor,
en el momento,
cuando me di la vuelta para marcharme a buscar tesoros,
tesoros que hoy por hoy, no encuentro,
y esa flor indiferente, me echo de menos,
porque recordó que yo era diferente,
porque la observaba sin deseos de poseerla,
porque sabía que ella no quería ser anclada en mi historia,
ahora lamenta que me haya marchado, pero debería saber que nunca la olvidare,
aunque otras flores aparezcan en mi camino,
y que si la vuelvo a encontrar secare sus lágrimas aunque no sea mi destino.

sábado, 20 de julio de 2013

Cambios

En la decisión está el cambio,
en la voluntad el progreso,
despertar cada día y luchar,
aunque todo se ponga cuesta arriba,
mirar hacia adelante con optimismo,
creyendo siempre en ti mismo.

Se puede tropezar, siempre,
pero nunca rendirse,
en tu camino encontraras detractores,
también apoyos exteriores,
que refuerzan tu determinación,
en los momentos de flaqueza.

No pediré más de lo que puedo alcanzar,
pero tampoco me perderé poniendo limites,
nunca nadie dijo que fuera fácil,
pero muchas veces nos complicamos solos,
nos complicamos porque tenemos miedo,
un miedo que no debe ser impedimento.

Pide ayuda, siempre hay alguien.

viernes, 19 de julio de 2013

Distorsión

Una persona,
no sé leer,
no se contar,
y te miro,
te sueño,
te adoro por dentro,
que puedo decirte a ti,
si robas mis sueños.

No lo entiendes,
pues te jodes,
me importa una mierda,
tus putos bemoles,
risa me provoca,
tu idolatría.

¿Estas segura que no es de otra?
engórdate el ego,
pero mi amor será siempre,
para tu alter ego.

jueves, 18 de julio de 2013

Diana

Realimente no entiendo las tonterías que escucho, enserio, ¿tú las oyes? Es que es normal porque no puedo soportar la estupidez, no lo entienden, ¿Lo digo claro? Me gustaría acertar en mi diana, esa periferia en la que no quiero fallar, no olvido, no quiero, porque nunca la he abandonado, la quiero, la sueño, y estúpido me siento pero ella ya tiene dueño.
Ojala pudiera volver a la poesía que habla de ella sin melancolías, pero no, no puedo, ese objetivo se perdió en el olvido…

Olvido…


Mándame a Madrid, mándame a Bruselas pero por ti… recorro mi libertad aunque acabe en mi parcela que vi de lejos pero sentí cuando tú me dijiste que era tu recuerdo.

miércoles, 17 de julio de 2013

Quiero de ti

Llore por ti,
no lamento,
viví por ti,
no lo siento,
pensando en ti,
vaya tomento,
te quiero,
y no tengo,
lo que quiero,
y quiero mucho,
quiero todo de ti,
quiero perderte,
quiero todo,
quiero de ti,
quiero de ti,
quiero de ti,
que me recuerdes,
y no te olvides de mi.

martes, 16 de julio de 2013

El objetivo de un dardo

Locura bañada en tonterías,
cosas que pensar no debería,
tonta la ocasión, tonta la poesía,
me gusta ver los ojos de la gente,
porque el error me hace humano,
me gusta, me encanta,
me remata, y me idolatra,
me diviertes, me engañas,
me dices y me comentas,
que si quiero tu conversación,
tengo que utilizar el corazón,
lo siento, lo siento,
quiero verte sonreír,
en un prado,
quiero verte sonreír,
en un desierto,
quiero verte sonreír,
ya no puedo,
te amo y te escucho,
como si alguien impusiera tu voz,
pero nunca paras,
pero nunca pasas,
siempre me lees aunque mi voz este caduca,
tontería firme, firme locura,
no sabes si recitarme a lo lejos,
una melodía,
eres objetivo en los dardos,
que más da, me da igual,
siempre, siempre, siempre,
aunque me muera no dejare,
no dejare, no dejare,
de pensar en lo feliz que,
era volver una vez más,
cuando pensaba en ti.

lunes, 15 de julio de 2013

Observa, recuerda y no te rindas

Una noche una luz entro por mi ventana, cuando percibí que aquella luz compartía espacio y tiempo conmigo, fui a bañarme en ella para contemplar su procedencia.

Cuando me asomé, la luna estaba llena, de ahí provenía, nunca me había parado a pensar en ella, no sé, era como si siempre hubiera estado ahí observándome, sintiendo que la ignoraba, tanto, que tuvo que entrar a buscarme hasta mi rincón. Cuando la miraba mis ojos se volvieron vidriosos, arrepentidos de no haberla contemplado más veces, pues si te lo planteas, tal vez nunca tengas otra oportunidad de verla, y le entristece, porque quiere dejar su bella imagen en nuestros recuerdos, porque la luna no es solo un satélite que gira alrededor de nuestra madre tierra, es la dueña y soberana de la noche, esa abuela que no te permite pasar miedo en la oscuridad, tal es su hermosura, que incluso el sol la persigue incansablemente, ella como buena dama se hace de rogar, a veces se juntan y consiguen oscurecer el día mas reluciente solo para mostrarnos que ningún amor es imposible.

Cuando se marchó, ocultándose detrás de las nubes, intente volver a acostarme para dormir, pero un ruido enterneció mi corazón, la lluvia había llegado, con su melodía tan reconfortante, que no tuve más opción que volver a la ventana, llovía y llovía, las calles empezaban a convertirse en pequeños riachuelos, limpiando las miserias que tiramos muchas veces sin darnos cuenta, otras por falta de respeto. Mi cuerpo temblaba del frío, pero no podía separar mis ojos de aquel agua que ahogaba mi alma en un mar de nostalgia, siempre la lluvia fui mi primer amor, aquella a la que le escribí mis primeras historias, hace ya algunos años de esas palabras que en algún disco duro o vertedero estarán perdidas, lastima, me haría recordar cómo era entonces, y los sueños y esperanzas que tenía acerca del amor y del futuro, que después de todo, resulto no ser como esperaba. Seguí observando la lluvia durante horas, perdido en mis pensamientos preguntándome en que momento del camino me fui de mí mismo, para convertirme en un todo que no conozco, hasta que, paro de llover, y me despedí de la lluvia con dos lágrimas en su honor, las nubes se fueron y el sol comenzaba a salir.

Cuando salió el sol, pude ver una vez más un nuevo amanecer, he visto demasiados pero cada uno ha sido diferente, unos por obligaciones, otros por puro placer, otros por castigo, pero cada uno de ellos porque estoy vivo. Y mientras viva, se puede siempre ver un nuevo amanecer, e intentar no caer en errores del pasado, un amanecer una oportunidad, un día nuevo para empezar de nuevo otra vez, eso representa el sol, esperanza, oportunidad, y nunca rendirse, pues nunca él nunca se rinde en conquistar a la luna. Por ello hay que intentar vivir acorde a uno mismo, y luchar para salir adelante,  sin perderse detalle de lo hermoso que hay ahí fuera, ni perder lo que hemos sido en el pasado, evolucionando para un mejor futuro, y bajo ningún concepto, rendirse, pues si un día falla, no te preocupes, mañana vuelve a amanecer.

domingo, 14 de julio de 2013

Miedo

De repente una foto lo cambia todo,
miras en ella y encuentras un silencio,
donde queda aquella ilusión,
por recorrer lo desconocido,
sin miedo a tropezar por el camino,
¿Dónde encontrar la inocencia perdida?
Quizás en el pasado,
aunque mejor dejar eso a un lado,
y verter en una vaso,
las lágrimas que caigan para no olvidar lo que sentías,
y es que es así,
no puedes albergar esperanzas sintiéndote vacío,
no puedes intentar acostarte con una idea,
ni necesitar caricias que nunca llegan,
tampoco mirar hacia el suelo a cada paso,
tampoco puedes decirle a alguien,
que no puedes dejar de pensarle,
porque sencillamente no puedes pensar
en nadie, en nadie que no sea en ti,
porque estarías mintiendo,
estarías mintiéndole a los demás,
porque cuando estas en un estado,
que no entiendes,
todo lo demás te da igual,
te agarras a eso para excusarte,
para defender lo indefendible de tus actos,
y si, si te escondes en eso,
te escondes para que nadie pueda tocarte,
porque tienes miedo,
a que vuelvan a hacerte daños si te ven por dentro,
a que vuelvas a hundirte en un sentimiento,
que por más que sea bonito al principio,
muchas veces termina siendo un suplicio,
tu suplicio, por eso te escondes y no te asomas,
y dices que sientes algo que te inventas,
para soportar tu día a día,
en el cual te odias a ti mismo,
te odias por que no sabes reaccionar,
te odias porque nadie te entiende,
y eso aunque prepotencia parezca,
es un mecanismo de defensa,
para poder escudarte en que eres especial,
y por eso nadie te puede tocar,
al final, es triste, porque duermes solo cada noche,
soñando y soñando con otra realidad,
y aunque en los sueños te deleites,
porque no quieres vivir tu realidad,
los sueños son la ficción,
son los anhelos del recuerdo,
en los que un día hubo que,
no tenías miedo a sufrir.

sábado, 13 de julio de 2013

La huida del cobre

En un momento que nadie entendía,
se perdió una princesa en la lejanía,
buscando a su amado se fue cabalgando,
pues siempre en él estaba pensando.

A la guerra marcho el joven mozo,
la muchacha se hundió en un pozo,
depresiones e inmoralidades,
en su cabeza salían a raudales.

Su padre llorando le grito en silencio,
pues ese muchacho era un necio,
que a su hija había engañado,
y su corazón había conquistado.

Flores y más flores le caían por la ventana,
amaneceres con canciones cada mañana,
promesas en el viento,
y un amor que no irá más allá de los tiempos.

Cuando la princesa llego a su destino,
en el campo de batalla no quedaba nadie vivo,
su alma se desgarraba cuando a su enamorado,
vio en el suelo por una lanza empalado.

Grito llorando a los cielos que le concedieran la vida,
que ella se sacrificaría y de sus riquezas se desharía,
por el amor de un muchacho con casco de cobre,
pues no tenía para más al ser pobre.

El cielo enternecido por la renuncia de lo terrenal,
le dio a su amado la vida de un inmortal,
pero cuando a su amada vio sin dinero,
salió huyendo de allí el primero.

La muchacha resignada se dio cuenta del engaño,
y se retiró a la montaña a vivir muchos años,
porque no podía soportar demasiado el daño,
al que la sometieron por no tener algunas monedas de estaño.

Y así aprendería que en esta triste existencia,
nadie destaca por la beneficencia,
por ello nunca más volvió a la sociedad,
pues nunca quiso volver a ver la mezquindad.

Hasta que un día llego un peregrino,
y le concedió a la mujer compartir su camino,
pues por la montaña él pasaba,
y vio a la ya mayor mujer que desolada tiritaba.

Al ver el acto de generosidad,
le prometió de él no volverse a separar,
pues ese acto le daba potestad,
para abrir su corazón y volver a amar.

Años más tarde con este nuevo amor,
paso por el campo donde aquél la abandono,
ella era vieja y su marido un hombre mayor,
pero el caballero de cobre estaba joven y solo.

Pues la inmortalidad que se le dio fue su castigo,
por robarle a una mujer su corazón como un mendigo,
aunque resulto ser tacaño y huraño,
ella conoció al hombre pobre que le dio sus mejores años.


Y así se aprendió que el dinero, no da más que perdidas,
castigos y otros desamores, pues por dinero se pierden vidas,
por dinero se pierden cosas irreemplazables
pero dentro de los enamorados vivir sin nada fue entrañable.

viernes, 12 de julio de 2013

Esa extraña manía de pensar solo en ti

¿Te acuerdas de la primera vez que nos vimos? Yo si lo recuerdo, estaba lloviendo y entraba por la puerta de aquella institución en donde te encontrabas, la cual solo asististe una semana para mi desgracia.

Me fije en ti desde el primer momento, pero nunca le di importancia pues no te veía a mi alcance, eras alguien con quien no pretendía compartir ninguna historia, pero por ahora, ha sido una de las mejores de mi vida, no porque fuera excesivamente buena, sino porque fue diferente al resto. Y es que no puedes predecir el futuro, pues volvimos a coincidir pero en otro lugar, en un encuentro que no daba razón alguna a la lógica, te encontré entre cientos de caras, entre el humo de hormonas revolucionadas con tintes de alcohol que nadie en aquellos tiempos podía controlar. Me dispuse a acercarme, con miedo pero sin complejos. Cuando me acerque no recuerdo si tú me reconociste, pero yo sabía perfectamente quien eras, y aunque me parecía una locura, salió bien, mejor de lo que suponía. Pero salió, salió porque tú quisiste y porque yo insistí en un beso, que conseguí al cabo de unas horas, quizás nunca quisiste dármelo, pero yo tenía que conseguir rozar esos labios aunque nunca volviese a verte, pero no fue así, conseguí volver a verte una vez más (Menuda suerte la mía).

Al finalizar ese día, no pude esperar, una vez había conseguido poner saldo, mande un mensaje de texto a tu móvil, necesitaba saber si no había soñado lo sucedido, o si los cubatas te habían confundido. Me dio igual la respuesta, porque no la recuerdo, pero recuerdo la sensación que me invadió cuando decidimos quedar para encontrarnos. No podía contener los saltos, cuando llegaba la hora me tranquilice y salí a encontrarte. Irradiabas un toque de misterio, cascarrabias pero inteligente, una muchacha decidida, una niñata empedernida, que se creía que sabía más que aquel pobre infeliz que no paraba de sonreír por tu compañía, te debería haber bajado los humos en aquel entonces, pero yo también me las traía. Recuerdo varias tardes en bancos conversando y arreglando el mundo a nuestro antojo, reflexiones de futuro acompañados de cuentos del pasado que yo no quería escuchar, siempre he admirado tu forma de ser, y aunque ya no eres la misma sigo viendo a esa pequeña niña estúpida que quería crecer demasiado rápido. Espero que no te moleste mi condescendencia, pero no es maldad es que me divierte verte vulnerable y creer que te conozco mejor incluso a veces que tú misma, sé que no es así, pero no creo que me equivoque demasiado. Pasaron los días y algunas semanas, y terminamos por pasar una noche juntos, una noche que perfectamente podría descartar de mi memoria sino fuera, por lo abstracto y surrealista de aquel momento. Para una primera vez esperaba algo más a tu altura, no un recuerdo que aunque divertido, no enseña lo que sentía por ti en ese instante. Y es que es así, nunca he tenido a nadie con quien me complementara tan bien, lo aprendí hace poco. Después de aquella noche y en una nube, decidí que no podía estar sin ti, y quise que supieras que estaba empezando a quererte, pero te apartaste, no sentías lo mismo, no querías hacerme daño o simplemente siempre fui un pasatiempo para ti, puede ser cualquier cosa, pues nunca hablas demasiado de lo que sientes y piensas. Desde ese día que rompiste el lazo que nos unía, pensé muchas veces en ti, pero me rendí, y pasaste a un segundo plano, al pasado, a ser un bonito recuerdo de la juventud, y que nunca debió dejar de ser eso, un recuerdo.

Pasaron los años y las noticias de ti no llegaban, recuerdo una vez un cruce cuando vivías fuera de nuestra tierra, que supimos brevemente de nuestra existencia nuevamente pero no pasó a mayores y desistí para siempre de ti. Pero nunca digas nunca.

Al cabo de un tiempo cuando ya nada podía sacarme una sonrisa por la mala racha que pasaba, apareces, apareces y te conviertes de la noche a la mañana en mi día a día, pero siempre por un corto periodo de tiempo, nuestros encuentros no tienen una duración de más de tres semanas es una lástima. Pero aunque corto siempre es intenso, intenso porque eres una debilidad que ignoraba. No sé, eres un veneno que no puedo dejar de tomar, aunque sepa que lo más probable es que acabe conmigo, no importa, es algo que no puedes controlar, que agita mi mente de un lugar a otro por solo un gesto de aprobación o una muestra de cariño. No entiendo como puedo ser tan inútil de caer dos veces en el mismo agujero, el primero era inocente y en el segundo venia de vuelta, pero en ambos fui feliz mientras lo vivía, mientras te miraba a los ojos y veía que no pasaba nada que estabas ahí, porque estabas simplemente, no me preguntaba porque ni me preocupaba el mañana, siempre has tenido esa facilidad para hacer que mi mente descanse cuando estas a mi lado, y lo mejor que me pasa cuando estoy triste es pensar en ti porque aunque ya no te pueda ver, eres lo más parecido a una sonrisa, que tengo, podré pasarlo bien en mis momentos de ocio, pero cuando estoy en mi fortaleza, la soledad me supera, y tu imagen hace que carezca de importancia el tiempo. Y que contar de mi cuerpo, que te desea fervientemente, si pudiera elegir nunca saldrías de mi cama.


Y si, no viene a cuento, incluso parezco idiota siempre cayendo en la misma cuenta, pero y que más da, nadie me va a sacar de mi locura, es bonito vivir sabiendo que aunque la vida sea una rueda, gira para volverte a encontrar, quien sabe, quizás gire una vez más y nos volvamos a encontrar desnudos en otra cama, ojala, no existe nada mejor que el sexo contigo, y aunque me pierda con mis papeles, siempre te llevo dentro de mi aunque ya nunca te vea, aunque ya nunca te sienta, siempre estarás en el lugar de mi corazón donde dejaste tu firma, donde dejaste tu huella donde nadie llegara mientras tú no salgas de mi vida.

jueves, 11 de julio de 2013

Guerra exterior

La incertidumbre hecha lágrimas,
desemboca en un desahogo que no llega,
desvíos de la mente a otros lugares,
donde el dolor de la lejanía no atenaza,
estados impuros que la ocasión requiere,
por falta de entendimiento ante tonterías,
discusiones que me queman hasta el final,
dos frentes que luchan por la razón,
no soporto esta guerra que  parece durar mil años,
no puedo mirar adelante si a cada paso hay un drama,
es difícil de aceptar pero la realidad no es otra,
llorar por un ser querido no es lo mismo que por dos,
aunque el tercero nos falte, aunque importancia nadie le dé,
estúpidas emociones que no me dejan levantarme,
malditas teoría que pintan un camino hacia el olvido,
pero no puedes olvidar lo que ha sido toda tu vida,
no puedes sencillamente reiniciarte y borrar los datos,
esto se complica y me mata por dentro,
y no tengo a nadie que se para escucharme, que me entienda,
es como luchar contra la marea, por más que nadas no llegas,
es remar y remar para llegar a una orilla de soledad,
que dispares comienzos no te dejan enderezar el rumbo,
es cosa de tiempo que supere esta agonía,
que me mata, que me infarta,
que se hace una realidad difícil de tragar,
si otro día mas esto vuelve a pasar,
y si gritara en la oscuridad,
mi voz no llegaría a nadie,
porque nadie, nadie se para a escucharme.

miércoles, 10 de julio de 2013

El jardín de los sueños

Camino por un sendero cercano al lugar donde murió mi cuerpo, pero aunque espectro me llaman, mi nombre en vida era Julián.

Cada día repito el mismo camino, vuelvo a pasear por las calles de mi niñez, observo como mi inmortalidad me atenaza, no sé, quizás llevo esperando demasiado tiempo la reencarnación que no me llega, en fin, no sé qué pensar, ya me encuentro algo aburrido de esta no vida.

Suerte que siempre fui un hombre solitario y no puedo pensar en la falta que me hace algún tipo de compañía, es un incordio esto de vagar flotando todo el día. Pero tengo una escapatoria a mi monotonía aparte de observar a estos estúpidos humanos, que aunque evolucionan en tecnología, siguen cometiendo los mismos errores personales, desde mi vista privilegiada he visto miles de traiciones, decepciones, amores y demás cosas que después de muerto, pues mira, me dan exactamente igual. Mi escape es un jardín, donde mi cuerpo se descompuso hace ya cerca de 500 años, he cuidado de él durante muchísimo tiempo, y mira por donde se ha convertido en un jardín de esperanza, donde generación tras generación se han ido plantando flores, pero donde mi cuerpo pereció, una flor, la más hermosa aún perdura, y es que morí con ella en la mano buscando a una dama que nunca supo de mi existencia pues mi "yo" era huraño, y a nadie se acercaba pero esa dama era la perdición en mi forma de vida, en fin, vivo la eternidad sin echarla de menos, porque nunca supe de su calor.
Pero bueno no es cuestión de ponernos sentimentales, pues mi jardín me ayuda a sobrellevar, esta penitencia, que realmente no sé si merezco, pues la verdad nunca hice mal a nadie, aunque estuve en una guerra y muchos hombres murieron en mis manos, pero eso era lo que Dios quería que hiciese, ahora porque me castiga, no lo sé.

Cuando volví de la guerra trabaje como jardinero para una duquesa, donde vi por primera vez a Rosa, la criada de la que que me quede prendado, no sé si fue por la falta de vista que tenía, no veía demasiado bien, o porque me había cansado de andar solo, es una calamidad tener la eternidad para pensar en tus errores, llevo mucho tiempo vagando, escribo esto en un papiro espectral, por si algún momento de la existencia alguien ocupa mi lugar y me dejan descansar en paz, sepan que han de cuidar en este limbo de martirio.


Entonces, para el espectro que venga detrás de mí cuida mi jardín, sobre todo la Rosa que hay en medio, que representa mi único atisbo de humanidad que me queda, para que mi legado perdure para siempre, en "El jardín de los sueños" que es lo único que me ha permitido sonreír después de muerto.

martes, 9 de julio de 2013

Ese algo inexplicable

Recorres el mundo buscando lamentos
porque te has perdido en tu caminar,
recuerdos de días mejores pasados,
y siempre pensando en como seguir.

De pronto una noche se baja una estrella,
la miras, la sueñas, no encuentras palabras,
para describir que es lo que piensas,
algo inexplicable que colma tus huellas.

Pasaran mil años quizás no lo encuentres
pero en tu camino seguro te pierdes,
cuando la busques incansable en la noche,
de día descansas, vomitas reproches.

Tal vez solo pasa una vez en la vida,
quizás otros no sepan sanar sus heridas
por eso no se repite el momento,
hundidos y muertos por sus sentimientos.

Pero cuando lo encuentras la sonrisa te domina,
el alma te devuelve otra vez a la niñez,
la inocencia y la calidez,
de ese sentimiento no lo quieres perder.

Miles de personas luchando por verlo,
otros, sin embargo, lo tienen sin verlo,
por eso lo descartan sin darse cuenta,
luego vienen los llantos y arrepentimientos.

A mí me paso hace tiempo en mis sueños,
reía sin parar por su esencia,
me colmo de pasiones y de mil colores,
pinto las historias que de grises me colmaban.

Ese algo inexplicable que nunca entendí,
que siempre valore aunque nunca poseí,
no me importa no ver que estaba tan cerca,
porque su legado en mi dejo huella.

Saco al sol del eclipse más oscuro,
para ponerlo a dar la luz a un corazón roto,
desolado y vacío, triste y melancólico,
elevo la alegría por encima del odio.


Miro hacia atrás y el rencor no se encuentra,
por más que el adiós dejo una marca,
una marca que siempre llevare conmigo,
pues ese algo inexplicable siempre será mi abrigo.

lunes, 8 de julio de 2013

Ni medio metro

Cuanto tiempo he disfrutado de las cosas que no entiendes,
por puro azar llegaste y no te quisiste quedar,
no seas ignorante, sabes que no me quieres soltar,
aunque luego te vanaglories de decir que te doy igual.

Hace tiempo que ya no te escucho ronronear de lejos,
tampoco susurrar de cerca que me quede y te abrigue esta noche,
pero para que jugar con tiempos si se puede jugar con recuerdos, ¿Verdad?
pues no te confundas de que vives en mí porque no puedo olvidar algunos momentos.

Cuando conoces a alguien tu atención se centra en sus ojos,
por lo menos yo así lo hago, y es que ahí es donde erradica la sinceridad,
una mirada no se puede disimular, se puede manipular, claro,
pero siempre tendrá ese atisbo de verdad que no puede ocultarse.

Y sí, yo ya me había fijado en los tuyos hace mucho tiempo,
y vislumbre en ellos la verdad de tu ser, sincera y fiel,
simpatía desbordante pero miedos a flor de piel,
por eso comprendí que yo no era lo que necesitabas en aquel momento.

Tampoco tú lo eras para mí, pero tampoco es que lo vayas a ser nunca,
no me gusta alardear de personalidad, pero tú me demostraste que podía perderla,
si de una mujer que viniera la dejara ser mi dueña,
una persona con tanto carácter no puede caer a merced de nadie, pero a veces pasa.

Te preguntaras si hablo de ti, quien sabe, ni yo mismo lo sé,
aunque realmente no importa, porque la verdad es que llegar a este punto,
y no saber que la persona que me importa eres tú,
dice mucho de la poca atención que le has prestado a mis señales.

Reiré y llorare lejos de ti, es fácil despedirse cuando nunca hubo un saludo,
ni siquiera la mínima atención me ha llegado, utilizado, y a la basura,
ni siquiera intentaste reciclarme para adaptarme a nuevas formas,
descartaste mis virtudes por tus historias que nadie comprendía.

Que le vamos a hacer, es una tontería pensar en el pasado,
pero aunque cuesta desprenderse del ayer,
no me costara desprenderme de lo que siempre me ha sobrado,
aunque bonita siempre fue tu presencia, te has ganado el destierro por mérito.

Piensa en lo vivido, y si ha sido jugar con una marioneta que luchaba por respirar,
pues así me he sentido en cada instante que buscaba tu aprobación,
en cada momento que buscaba una palabra de agradecimiento por las protestas,
que lanzaba al cielo cuando por cojones me negaba a tu sufrimiento.

Y se acabó, como las historias de los libros que he leído,
el final ya estaba escrito antes de empezar a leerlo,
dicen que lo importante es el camino que lleva a algún destino,
pero este camino no merecía que lo recorriera ni los primero metros

domingo, 7 de julio de 2013

No busques amor donde solo hay sexo!

Así fue como empezó todo, ella me preguntó si sabía cuál era la parada de tren más cercana para llegar a cierta ciudad, yo le respondí que era la misma que la mía, que estuviera atenta. Ciertamente era una mujer muy atractiva y con las curvas muy pronunciadas.
Automáticamente me sentí muy atraído por ella, así que le comenté que si quería podía esperar junto a ella la parada y conversar. Conversamos durante todo el trayecto hasta que llegamos a nuestra parada. Bajamos del tren y continuamos hablando unos metros hasta que nuestros caminos irremediablemente tenían que ser diferentes. Cuando llego el momento de despedirse me puse nervioso, no quería perderla de vista, pues había sentido una conexión más allá de la que pueda explicarse, pero no dije nada, me despedí y seguí mi camino, arrepentido y cabizbajo, pero de repente el sonido de su voz alcanzó mis escuchas y me giré rápidamente, ella corría hacia a mí con un papel en su mano, me lo entregó, dio la vuelta y siguió por su camino. Miré el papel que contenía su número, y con una bonita caligrafía, “llámame, me encantaría volver a verte”. La felicidad se apodero de mí, y volví a casa con un buen sabor de boca, pues no esperaba encontrar en el tren compañía similar, ya que cada mañana lo cogía y nunca pase de un “disculpe, me podría decir que parada…” simple amabilidad con mis semejantes que necesitaban ayuda, pero esa mañana el mundo me había enseñado una lección, “Nunca sabes que puede pasar”.

Cuando llegué a casa estaba muy excitado, no dejaba de pensar en aquella hermosa mujer de cabello oscuro, era tan hermosa… sus ojos verdes deleitaban al mismo deseo ya que su mirada penetrante podía derretir el mismo hielo dentro de un congelador, sus labios sensuales y carnosos gritaban “muérdeme” no podía ni recordarla sin temblar, y su cuerpo, un cuerpo escultural donde perderse entre las sabanas de cualquier cama del mundo, era demasiado exótica para ser de la ciudad, pero dominaba perfectamente el idioma, era todo un misterio ya que hablábamos de cualquier cosa menos de nosotros mismos, no sé, se estaba convirtiendo en una obsesión. Después de soltar el maletín y quitarme el traje cuidadosamente para que no se arrugara y llevarlo a la tintorería, me metí en la ducha, donde di  rienda a la imaginación y consume el primer delirio placentero que ella me proporcionaría, nunca le conté para no parecer un pervertido pero fue el mejor momento intimo a solas que recuerdo.

Cuando salí de la ducha comí y me senté un rato a ver la tele, el teléfono a mi lado era un suplicio, no sabía si llamarla, esperar o que, la indecisión era brutal, pero al cabo de un rato me decidí y descolgué el teléfono, marqué su número y me dispuse a hablar. Cuando me lo cogió se mostró muy contenta por escucharme, dijo que iba a estar hasta mañana en la ciudad y que no conocía a nadie que le encantaría pasar tiempo conmigo, así que le ofrecí cenar por ahí pero me dijo que prefería una comida casera que si tenía idea de cocinar, a lo que evidentemente le respondí que si, ya que vivía solo y mi abuela de pequeño siempre me ponía con ella a cocinar por lo que tuve nociones con una experimentada cocinera. Así que, quedamos en mi casa cerca de las ocho y media de la noche.

Cuando descolgué me puse a pensar en sus palabras, solo iba a estar un día en la ciudad, era posiblemente mi única oportunidad de estar con ella, me sentí decepcionado, realmente, sentía algo especial por ella, pero bueno no era momento de pensar en eso, debía disfrutar del tiempo que me regalara así que cogí el traje y salí para llevarlo a la tintorería y pasar por el supermercado a comprar.
Una vez hice todo lo que tenía que hacer fuera de casa, volví para cocinar, prepare unas albóndigas con salsa de zanahoria acompañada de papas guisadas, era uno de los platos más sabrosos que preparaba  así que la elección no fue difícil.

Sobre las ocho y cuarto ella me llamo, yo tenía preparado todo, me dijo que no encontraba el portal así que le dije de vernos en el parque más cercano y me dirigí hacia allí, en cuestión de quince minutos había vuelto  con ella de mi lado, la conversación por el camino fue trivial y el saludo al vernos un tanto tímido, tenía en sus manos una botella de vino, le dije que no era necesario pero que gracias, pues yo había ya comprado una también.

Ya en casa nos sentamos a cenar, el silencio era dueño de la habitación, solo se oía el ruido de los cubiertos rozando con los platos. Hasta que ella pregunto si tenía pareja, a lo que le respondí que no, ella sonrió levemente y yo hice lo mismo, después de eso la conversación fue más fluida, hablamos de todo un poco, bebimos algo de vino y reímos, la velada se tornaba de fría y áspera, a cálida y maravillosa, parecía que nada podía fallar, terminamos la cena y seguimos con el vino viendo una película en el sofá.

Pasó un rato y el vino comenzaba a hacer efecto, ya las conversaciones de sensatas pasaban a un poco más íntimas, ella comenzó a preguntar, si me parecía hermosa, la evidencia acerca de la respuesta es mejor obviarla, ella volvió a sonreír, se me acerco en el sofá y me beso, yo correspondí. Nos besamos, y nos fuimos fundiendo uno con el otro, el beso era increíble pero yo quería más, así que me separe un poco y fui bajando hasta su cuello, ella agarraba mi pelo mientras sentía que su respiración se aceleraba, cada vez me apretaba más contra ella, y mis manos ya no podían dejar de acariciar su espalda lentamente con las yemas de los dedos buscando las cosquillas. Le quite la camisa y ella hizo lo mismo conmigo, volví a su cuello para buscar de nuevo esa respiración que me volvía loco, ella desabrochaba mi pantalón buscando una reacción  similar en mí. Mientras yo bajaba del cuello por sus hombros, ella acariciaba la parte que había dejado visible al desabrochar el pantalón, notando la dureza del asunto ella se excito mucho más y de un empujón me empotró contra el sillón y comenzó dándome un beso en los labios bajando hasta que la prominencia de mi cuerpo se perdió en su boca, los ojos parecía que me iban a dar mil vueltas, ella subía y bajaba suavemente, como si quisiera descubrir cada centímetro de mí, su largo cabello acariciaba mi barriga y mi cadera, era imposible mejorar aquella forma de darme placer, pero me equivocaba era posible. Cuando me percaté que toda la atención recaía sobre mí, la aparte para volver a regalarle placer a ella, la tumbe en el sillón con delicadeza y le fui quitando las pocas prendas que le quedaban, desabroche su pantalón con las manos bajándolo y mientras con la boca quitaba su tanga rojo que nada más verlo ya me había causado perdidas en la capacidad cognitiva, ya era puro instinto, una vez la tenía completa desnuda comencé a subir por sus muslos dejando mi labio inferior junto a su piel para que sintiera como subía hacia su zona erógena, una vez allí comencé a pasar mi lengua suavemente por sus partes más íntimas, ella pasaba así del suspiro a pequeños gemidos, que a mí me alentaban a seguir con mis actos, durante un rato seguí hasta que ella comenzó a gritar y me pidió que le hiciera el amor, de sus partes íntimas pase a su boca con un beso, mientras con mi mástil la penetraba salvajemente, a  cada embestida los gemidos retumbaban por las paredes volviendo a nuestro centro, ella con las piernas levantadas y una cara de gozo que no podía disimular, no paraba de pedir más fiereza, era imposible parar, embestida tras embestida el sudor hacia más fácil el movimiento, y el sonido de los cuerpos no cesaba, nunca olvidare ese instante en el que comprendí que el sexo puede ir mas allá de los sentidos. Cuando ya los gemidos cesaron un poco ella decidió tomar el mando y me sentó en el sillón para subirse encima y dejarme sus pechos a la altura de mi cara para restregármelos en cada cabalgada que me dio, era una bestia, su trasero no paraba de menearse sobre mí, era una delicia verla bailar parecía una profesional, sus pechos no dejaban de darme cachetadas y yo no paraba de intentar meterlos en mi boca para morderlos, arriba y abajo, arriba y abajo, la sensación frenética no desistía, ella era una maquina sexual y yo era su simple esclavo, terminé por obedecer y someterme a su voluntad. Se levantó y me cogió de la mano, me llevo hasta la mesa donde habíamos cenado y se posó sobre ella dejándome el camino abierto para someterla ahora a mi voluntad, la agarre por la cintura y la empotré todo lo que pude contra mi mesa, ella se movía y los gritos de “MÁS” hacían que me volviera loco, y empecé a darle nalgadas, una de sus nalgas cogía un color encarnado pero su cara amenazante con que parase me daba más alas para seguir, nunca olvidare esa forma de hacer el amor, bueno, no lo llamemos amor, eso es follar. Después de tal intensidad fuimos a la cama y nos fundimos nuevamente pero con más suavidad, nos mirábamos a los ojos y despacio disfrutábamos de nuestro sexo, se tornó con más tranquilidad, luego de un rato mi cuerpo desistió y rompí en una explosión de placer, me miró, y me dio las gracias la abrase y caí dormido.

A la mañana siguiente estaba abrazado a mi almohada y en la mesilla noche una nota que decía:

“Gracias por esta maravillosa noche, vine a la ciudad de imprevisto por una llamada acerca de un trabajo que tuve que rechazar, no tenía donde pasar la noche y tú me atraías desde que te vi en el tren, te di mi numero para ver si me llamaba y me ofrecías donde quedarme, así que me deje llevar, siento haberte utilizado, te pido que no me busques nunca más, pero quiero que sepas que nunca olvidare esta noche, un beso”

Y no, después de un tiempo no la he vuelto a ver, parece como si de los cielos hubiese descendido para enseñarme que existe un sexo mejor al que había probado, y ciertamente, nunca la olvidaré.


Aquella experiencia nunca la volví a repetir, pero en mis recuerdos perdurará hasta que no le sirva a mi cuerpo.

sábado, 6 de julio de 2013

Vive

A veces pienso en detener el tiempo, pues no quiero envejecer, la muerte me atormenta en cada esquina, y sé que por más que corra no escapare.  No intento eludirla pero algo de miedo me posee si en ella me deleito demasiado tiempo antes de dormir, la oscuridad me entristece, la soledad aunque nadie la abrace no es una opción. Empiezas con un llanto en solitario y termina con un último suspiro de terror, nadie sabe que pasara cuando el final se postra ante ti, pero por ello hay que aprender a vivir para llegado ese día, no arrepentirse de las cosas que no supiste hacer, de las cosas que no quisiste disfrutar por miedo, porque los problemas no son tan grandes como pensamos, pues siempre tendrán solución, las despedidas no son tan crueles, pues al final, unas personas vienen y otras se van, pero las que se quedan son las que debes valorar, y las que han dicho el adiós definitivo con cariño las has de recordar.

Vive y si puedes saltar, salta, si puedes sal ahora mismo y recorre tu ciudad sin pensar demasiado, grita, llora y sonríe, no lo dejes para después, que la gente note tu alegría, que te vea marchitar, pero marchita con sabiduría para que algún día tu historia puedas contar, para que tu legado sirva para otros y ayude el miedo a superar, porque los que vienen detrás nuestro, tendrán nuestros mismos pesares, y aunque no existe consuelo, ver a otra persona feliz ayuda a aprender que una sonrisa puede ser más valiosa que todo lo material que tengas, ya que la felicidad se contagia y en este mundo no somos uno por uno, somos todos por uno y uno por todos,  y hasta que eso no lo entendamos este nuestro mundo no avanzara, aprende a vivir siendo consciente de que algún día acabara, di a la persona que amas que la quieres, a la persona que odias que la perdonas nadie hará esto mejor que tú mismo, llora por algo y sonríe por todo pero vive por ti y comparte con la gente lo que tú eres porque aunque no lo creas hay alguien que te necesita en este mismo momento y tu serás el mundo que siempre quiso
conocer en mil aventuras.


Vive, es el mejor consejo que puedo dar.

viernes, 5 de julio de 2013

Un día más

Todo lo que tenía que decir ya te lo he dicho, pero no te he contado lo que quiero aunque solo sea una vez más, siempre he intentado adaptarme a lo que me das pero se hace insoportable mirarte desde lejos para no perderme otra vez.

No sé hasta que punto me entiendes, si es que acaso lo entiendes, pero los minutos u horas que he pasado contigo en mi vida han sido de lo mejor que me ha pasado. Hace años recuerdo las tardes en cualquier banco mirándote, admirándote, no recuerdo las conversaciones pero recuerdo tu mirada y me hace sentir los nervios que pasaba mientras tú hablabas, queriendo besarte, queriendo que no te fueras, aunque al final te fuiste.

Sinceramente, me importa bien poco como tengas tu vida, siempre preocupándome de tu bienestar, me da igual que sea para ti un pasatiempo, me conformo con saber que estás ahí.
Tal vez soy egoísta, y te pido más de lo que puedo responder, pero sinceramente después de todo eres para mí, una virtud.

Pero hoy tengo que decirte que necesito una vez más, una despedida, o un recuerdo para toda la vida, necesito que estés conmigo y el resto del mundo no importe, que solo exista un “tú y yo” no te pido demasiado, no creo que mi compañía sea una penitencia.

En realidad, con los recientes momentos que no creo que me los haya merecido tengo para unos cuantos relatos, pero pensar en la eternidad sin volver a sentirte es para mí algo que no puedo ni pensar, me frustra, me decepciona, me ametralla hasta el punto de que mis pensamientos sobre ti son como agujas ardientes que pasan de lado a lado por mi cabeza y no me dejan descansar.

Lo siento, pero lo que siento por ti no es ficticio como la literatura que lees cada vez que pierdes tu tiempo en seguirme, y gracias por hacerme ver un mundo gris, a todo color.


Te pido una vez más, un día mas, no pido de más. Si quieres y aceptas sabes dónde encontrarme yo estaré aquí para cuidarte aunque te bese y no te gires, aunque te acaricie y no me mires, porque no me importa vivir mil años sino puedo ver una vez más tu sonrisa cuando te hago cosquillas, o tu mirada cuando te cuento maravillas acerca de ti, pero bueno, sabes que soy un loco ignorante, y que me pierdo por ti, no me lo tengas en cuento, hoy soñé contigo y sin buscarlo te echo de menos. Por eso solo un día mas, uno, nada más. 

jueves, 4 de julio de 2013

Última fila

Camino por el tiempo,
mirando tus huellas,
no me importan las piedras
que dejan tropiezos,
miro el cielo y grito “siento”,
miro el mar y me callo.

Ya no puedo encontrarte
entre mil desiertos,
solo quiero darte un beso,
que no sepa a nada.

Digo que no pasa nada,
pero en el fondo me estoy muriendo por tu cuerpo.
Si supieras mis cuentos, soplaría el viento,
cuando tú quedaste lejos hace tiempo.

Ya no canto en la ducha,
porque no me sale,
y te digo muchas cosas,
pero ninguna es cierta,
porque ya me estoy volviendo loco de pensar.

Si tuvieras mis sueños,
entenderías lo que siento.
Cuando mi guitarra llora
es porque tú te fuiste
y te quedaste sola.
No me llores pequeña,
porque no puedo darte lo que tengo.
Si pudiera hacerlo,
te daría el mismo cielo.  

Me dices que cuentas estrellas por el día,
y no me dices si cuentas al azar,
o las piensas.
Eso es el destino,
nunca sabes que va a deparar,
me siento como aquel profeta
que relata el futuro en abstractos relatos que todo el mundo relaciona con algo.


Y si ya no puedo más,
que te digo desde hoy, s
i tengo que ir al bar para poderte olvidar.
Déjame en paz, y date el piro al Japón,
a ver si encuentras la tecnología para irte de este mundo y dejas mi existencia en paz

miércoles, 3 de julio de 2013

La mujer, ese extraño ser

Como explicar los sentimientos que acompañan el descubrimiento que supone una mujer, teniendo en cuenta la diversidad de sus actos con un punto central en común, lo incomprensible.

Primero comienzas con el primer avistamiento, tus sentidos te dicen que conocerla será lo mejor que pase en tu vida, pero luego la realidad se torna totalmente diferente a lo que esperabas. Por ejemplo, conoces a una de ellas y congenias perfectamente, te emociona el pensar que tu media naranja puede estar ante tus ojos, error. Primero son modositas ceden ante tus peticiones dejándote una sensación de falso control, pero luego, a medida que pasa el tiempo te van absorbiendo de manera tan sutil que no te das ni cuenta y para que,  para amarrarte y hacerte vivir a sus deseos, no todas son así pero la gran mayoría acaba por tirar de una cuerda invisible que amarra al más pintado.

Después están las que siempre te dirán mil palabras indescifrables para tenerte ahí, no sé, es como brujería, juegan con tu cabeza, pero juegan como si de una partida de ajedrez se tratase, pero nunca dan el paso para que tu actúes, simplemente te dejan a la deriva intentando remar hasta su orilla a la que nunca llegas,  no llegas porque no entiendes que pasa, quiere que lo intentes, quiere que te alejes, por favor que no somos marionetas, agárranos o suéltanos, pero no dejes en la incertidumbre para luego dejar en la estacada, y si, es así, actúa de manera diferente a la anterior, pero con un punto en común y es que no entiendes la jugada, y sigues expectante por una aclaración  que nunca llega, ni siquiera en libros ni novelas, pues en general son individualmente unas máquinas de crear dudas que jamás resolverás.

Luego hay otro tipo, quizás este el más peligroso, y son aquellas que hacen, e incluso aguantan, cualquier cosa para estar contigo. Alimentan tu ego haciéndote creer que eres lo mejor de sus vidas, te tientan, te consienten, todo vale. Consiguen meterse dentro de ti e incluso aprenden a pensar como tú para adelantarse a tus movimientos, y ahí es cuando ya has metido la pata, recordemos que todo vale, y sino cortas a tiempo, la cosa irá a más, hasta tal punto que vivirás en un ciclo de calamidades dadas por una mano negra que actúa desde las sombras, y tú ignorante, las miras como simples casualidades. Salir de este tipo de relación se hará una misión casi imposible.

También aunque menos comunes, están las pécoras, aquellas que no se entienden ni a sí mismas y quieren abarcar todas las miradas, mienten, engañan de tal manera que llegas a pensar que son una excepción a todas las demás, pero se pierden entre su propia vanidad. Y pierden lo que quieren por los impulsos, el cuerpo se puede tentar, pero al corazón no se le puede engañar. Hablo de aquellas que pierden el norte por cuatro gemidos y luego llegan los arrepentimientos, aunque después siempre vendrán los falsos <<te quiero>> que por más que los piensas, no encuentras el punto lógico.

Finalmente, ya están las mujeres que nunca dejaras marchar esas con las que puedes estar en mil batallas, no tienen ninguna mala intención y son verdaderas en todos sus aspectos, si, hablo de las amigas. Esas que siempre conviene tener para que te expliquen el modus operandi del resto de su género.

Aunque realmente esto es un relato generalizado y un poco irrelevante, ya que es mi visión de las mujeres y su extraña forma de actuar, siempre habrá excepciones, que yo aún no llego a conocer.

Nosotros también nos las traemos pero eso no es menester explicarlo aquí.

También muchas de estas actitudes somos proporcionalmente responsables, ya que a lo largo de los años las colmamos de decepciones, y las endurecemos, sufrimos las consecuencias de otros que han pasado antes que tú, pero también otros sufrirán las consecuencias que has creado tú.


En conclusión, lo que quiero explicar, es que todas aunque diferentes, tiene ese punto en común que es el de darte una imagen falsa de la realidad, esos acertijos que nunca podrás descifrar, no puedo negar que es divertido intentar entenderlas, y aunque algunas veces puedes llegar a hacerlo, nunca lo harás del todo. Pero bueno, no hay nada como plantarse enfrente de una de ellas y mirarla a los ojos, acariciarla tiernamente y ver como un pequeño soplo de aire te hace estremecer porque no hay nada más bonito que cuidar a una mujer. Aunque no lo entiendes, da lo mismo, siempre recordaras momentos de felicidad si realmente has amado a una mujer.

martes, 2 de julio de 2013

Aunque digas que no

Aunque digas que no,
me has trastocado todo lo que era,
me has metido en delirios sin fronteras,
en los que tus ojos eran mi inspiración en otros tiempos.
Tiempos en los que se derrumba el viento,
cuando el mar no alcanza mi vista,
ni el sol sale por la mañana,
días en los que la luna es la única compañía en la noche.
Cantar bajo la lluvia un bolero,
para que nadie te escuche,
y poder sacar todo lo que tienes
por si las lágrimas brotan, que nadie las vea.
Y dices que no,
pero te conozco y se cómo piensas,
te alejas pero no del todo,
siempre estas observando a escondidas.


No es sencillo vivir con un pensamiento que no entiendo,
algo inaudito que inunda sin sentido,
algo especial que no quiero pensar demasiado,
porque si lo hago me pierdo en las sabanas de mi cama.
Pero como quieres que olvide,
es como la pasta de dientes una vez sale, nunca vuelve,
no puedo simplemente ignorar lo que pienso,
es mi naturaleza.
Pero los días pasan y esto no cambia,
sonrió entre mentiras,
anhelo ciertos momentos, vaya tontería,
pero el concepto no es igual para todos.
Y cuando divisas en el horizonte,
las nubes que van a llenarte de oscuridad,
intentas decir una vez más desesperado,
que estás preparado, aunque no lo estás.
Y por eso siento perderte, aunque nunca te perdí,
también haberme despedido, pero nunca me fui,
eres pensamientos nacidos del alma, aunque nunca lo supiste,
pero tranquila todo cambia, aunque tú digas que no.

E irremediablemente el cambio que anhelo,
llego, digamos que no pasa nada por olvidarte,
pues tú dices que no, aunque sé que te duele,
no lo tengamos en cuenta, y digamos adiós.

lunes, 1 de julio de 2013

La libertad se ha quedado grande

Esta mañana el sol sale como un día cualquiera, el calor abrasaba las calles que son intransitables por el fuego que representaba el astro rey. Pero el ruido de la calle entra por mi ventana cosa que da lugar a la impresión de que, pese a las adversidades climatológicas la vida surge de las cuevas un día más para disfrutar de la bendición que promete el comenzar de una nueva historia. Mi plan era simple tomar una decisión, salir o mantenerme en mi cueva pensando nuevas maneras de avanzar y salir de la monotonía que convive conmigo hace ya tiempo atrás. Las dudas me carcomen, no entiendo porque, ¿Miedo? Tal vez, mi cuerpo no se mueve y mi mente no cesa en dar vueltas en una rotonda donde las salidas son simples, pero el tráfico de neuronas no da facilidad para elegir una entre tantas. Pasa el tiempo, y el tráfico no perdona, sigo dando vueltas en un entuerto que debería ser sencillo, pero cada vez que pongo el intermitente, una nueva idea surge lanzando para atrás mis intenciones y hace que vuelva a empezar mis reflexiones.

No me entiendo muy bien ni siquiera yo mismo, tengo clara la teoría, no es demasiado compleja, si te motivas avanzas, pero eso es un rol que no tomo en estos momentos, la motivación me ha abandonado, igual que muchas otras tantas cosas que no diré.

Me asomo a la ventana buscando un poco de brisa, no la encuentro.
El calor está marchitando todo lo que soñé durante la noche, pues veía un camino a seguir, que aunque abstracto, parecía desembocar en sonrisas acompañado por más sonrisas. Tal vez sea inútil pensar, pues perderse entre tanto pensamiento es una locura, actuar sin pensar trae consecuencias, entonces, ¿Qué hacer? No lo sé.

Debería actuar pero no me muevo, debería gritar pero no me alcanza la voz,  debería llorar pero estoy seco, o sonreír pero no encuentro un motivo. Si me pidieran una idea con sencillez le diría a cualquiera la forma de actuar, es sencillo aconsejar a los demás, observas, analizas, y ves la solución. Pero en uno mismo es otra historia, otra historia que te frena a ti mismo, porque no sabes con certeza en que va a desembocar y te paralizas, te paralizas de tal manera que no comprendes cómo es posible que después de tanto pensar, termines pensando que nada vale la pena y que lo mejor es dormir, para no tener en la cabeza ideas de tiempos pasados en los que la sonrisa no era una opción, era una constante.


La decisión está tomada, pero si la contara la fuerza se iría por la boca, mejor llevar a cabo lo que sea y algún día contárselo a alguien que entienda por lo que estás pasando cuando la libertad de decisión se te ha quedado grande.