miércoles, 27 de mayo de 2015

Binomio de sospechas y ladridos.

Como explicar o poner palabras a las ideas entre sospechas y ladridos, si las miradas hablan solas, gestos de desaprobación en consecuencia de unos ojos que cuentan lo contrario de lo que dicen. Siempre que hay un principio, hay un final... no lo digo yo es que es así, no me gustan mucho las despedidas pero si que adoro las bienvenidas y cada día en este rincón del mundo las he recibido, de una forma u otra la soledad no me ha podido contactar, y mas le vale que se quede en un segundo plano. Sinceramente no se como comentar esta situación sin ñoñerias, así que mejor me esfuerzo un poco y hago tonterías. Poco tiempo ha durado, quizás mas del planeado pero corto en sus dos lados, pues he visto un binomio que por separado me ha estructurado la cabeza y juntas me han dibujado un sol en mis días más grises. No sabría como dar las gracias, lo he intentado, pero todo me sabe a poco, así que me veo como ese ser incapacitado para reponer lo que se me ha regalado.

Podría relatar acontecimientos, podría exponer mil argumentos pero eso me lo quedo en mis adentros, ya que si tengo un tesoro siempre han sido mis recuerdos, aunque tal vez con este binomio he descubierto una riqueza que no se cuantifica con ninguna de las reglas establecidas, pero ya ves cada vez que intento entenderlo me pierdo, así que mejor sonrío y me quedo en silencio. Bueno, todo tiempo pasado fue mejor, o eso dicen, pero insisto en la importancia de los recuerdos porque las historias nunca terminen si existe alguien que llegue a contarlas y nunca me cansaré de hacerlo.

Me iba a lanzar resumiendo todo esto con dos palabras, tal vez decir que las quiero, pero se que me miraran con caras raras así que mejor lo tacho,  me despido con un "esto solo acaba de empezar" y me voy por donde vine entre acordes de Manu Chao.

martes, 21 de abril de 2015

La primera piedra

Aún recuerdo la primera vez que te vi… ¿Cómo olvidarlo? Me sonreíste invitándome a acercarme, nunca hubiera pensado en aquel momento que algo pudiera alterar mis planes, pero así fue. Fue un instante, una pequeña conversación entre tímidas caricias y alguna mirada de fascinación, que derivo en mi instantánea huida. Después el arrepentimiento, me sentía estúpido por haberme alejado por temor a mí mismo y a mis tendencias impulsivas de seducción que nunca me llevan a nada. Así que con el rabo entre las piernas y un poco de mal sabor de boca por no alargar el instante seguí mi camino con tu imagen en mí, y desde entonces aquí continúa.

Pasaron los días posteriores a el primer encuentro, casi me había olvidado de volver a verte, pero no contaba con que el universo estaba conspirando a mis espaldas, o simplemente no contaba con que el azar nos uniera una noche más,  no sé bien diferenciar los conceptos de azar y destino, pero algo nos volvió a poner frente a frente, pero esta vez no hubo feeling, y la decepción me abordó haciendo que descartase todas las locuras que la primera noche había construido en mi mundo de fantasías.
Resignado, pero animado por que la vida continuaba, seguí, mi camino no se torció, a lo mío como siempre, no soy de esas personas que lucha por recuperar sensaciones, y nuestro último encuentro había sido nefasto, frio y sin ningún tipo de acercamiento, pero esa fuerza inexplicable seguía maquinando, seguía dando vueltas a los engranajes para que la maquina llegara al siguiente punto de encuentro. Y sucedió, andaba yo en brazos de otra, en una guagua, en la que volviste a mostrarme tu magnética presencia, tanto así, que descaradamente me solté de aquellos conspiradores brazos que deseaban un simple polvo por cercanía, para acercarme a ti, si a ti, no sé si te acuerdas… el momento en el que intercambiamos números de verdad, y comenzamos una historia que simplemente no olvidare en la vida. No vale la pena relatar paso a paso nuestra historia como yo la recuerdo, seguramente tú tengas otra versión, y prefiero que la mía siga intacta. No olvidare nunca que te conocí, ni lo que de ti aprendí, tampoco olvidare que fui tuyo durante mucho tiempo, porque mis pensamientos solo sabían escribir tu nombre. Y aunque tu adiós fue doloroso, de mis decisiones nunca me arrepiento.
Fuiste el primer capítulo de una nueva vida, de un renacer inesperado, nunca terminaré completamente de darte las gracias, y tal vez, solo tal vez en mí siempre algún recuerdo tuyo perdure en todas las etapas de mi vida, como la primera piedra que me hizo ser quien soy, o ser quien seré, esa musa que me dio fuerzas destruyéndome, porque el daño me dio valor y la soledad de tu partida decisión, pero recordar lo malo es perder el tiempo, y el resultado ha sido estupendo, por todo ello, quizá un poco más y la suma de los factores de nuestro efímero compartir de días, hacen de tu recuerdo, el más bonito de este, mi nuevo presente.

lunes, 6 de abril de 2015

Ciudad sin tiempo

Canticos que no entiendo y una lavadora que no para de dar vueltas poniéndole banda sonora a mi autocomplacencia. 

Desde hace tiempo, aunque no estoy solo, mi vida va a un ritmo diferente, mis noches son demasiado largas, y mis días inexistentes, mi tiempo pasa demasiado rápido, la soledad entre gritos me desestabiliza.

No me consuelan los problemas paralelos, me preocupa el fin, camino tedioso y agotador.

Sinceramente, la distancia que me separa de mi vida real me atropella, perdidas sin posibilidad ha despedida alguna, cada segundo que pasa, me tortura, intento ser fuerte y por momentos lo consigo pero en el fondo no para la tormenta que llevo por dentro....

Haciendo balance del tiempo que llevo en este peculiar sueño, ha sido una gran aventura navegar esta odisea que me ha llevado a descubrir partes de mi mismo que desconocía, a valorar lo que realmente importa, y créeme, un mínimo gesto, o un instante sosteniendo la mirada sin saber la duración del momento, no olvidas, eso aquí importa, pocos lo tienen y me siento incomprendido y maltratado por la poca cortesía mostrada por esta ciudad hilarante y colmada de sinfonías solitarias preocupadas por la banalidad de la apariencia.

En fin, la lavadora sigue dando vueltas como la vida, ¿Qué pasará cuando pare? quizá algún día entienda el significado de este sufrimiento.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Entre mis recuerdos

Noches en vela a pleno movimiento
Vaivenes de viento que traen consigo gente
Y entre tanto ajetreo yo perdido en mis recuerdos.
Mirando a un punto del lugar que habito
Viendo imágenes de pasados tiempos
Saludos sin importancia entonces,
Hoy me hacen suspirar y pensar ¿Qué hago aquí?
Malos tratos por doquier y penas entre algodones sucios
Incomprensivas palabras que molestan incluso sin nitidez.
Sigo adelante sin reparar en tiempo
Ya ves, aunque no me sobra se lo regalo a este lugar maldito
Porque el camino es la exquisitez de la historia
Ya que la conclusión es la inclusión en la oscuridad del descanso.
Este momento en este rincón del mundo se aprecia que,
La dureza de mi coraza aumenta con la experiencia,
Y no se trata de un simple juego, o si, pero entre mis recuerdos
Lo que siento es que todo mi ser habita en ellos.
Posiblemente no entiendo el impacto del murmullo
Que provoca la persecución de los sueños,
Sufriendo y malviviendo con una sonrisa por bandera
Es la realidad que engullo para cenar cada mañana
Con las manecillas del reloj cambiadas y mis pensamientos...
De ti, de los demás y de mí mismo,
Y eso, por todos nuestros momentos,
Es lo que me mantiene despierto…
Allí, donde encuentro los buenos tiempos,

Siempre… entre mis recuerdos.

sábado, 7 de febrero de 2015

Soledad atemporal

He tenido tantas ocasiones que no se si he mirado la tontería de la monotonía que tenía cuando te tenía en tantos instantes que guardo en mi cabeza, no es lo mismo mirarte a los ojos desde una foto que desde una ventana que no lleva a ningún lugar porque carece de paisaje, el arte que desprende tu pelo cuando juega al escondite con el viento.

Porque no poder decirte que quizás me merezco la distancia que marca este tic tac del reloj de la extravagancia que da poder a la imaginación que me ha llevado a derramar una lagrima en un mar de lava que la evapora para que parezca que nunca surgió de la idea de perderte.
Y ya ves que sin ganas nadie hace nada, o si lo hace es porque quizás no entienden que el tiempo que trascurre entre la entrada y la salida del espacio temporal no es nada más que un segundo en la vida cotidiana de las personas que defienden el estado de gracia. Sin embargo, una despedida a tiempo es una victoria, pero no quiere decir que una a destiempo sea una derrota porque si eso implica unos minutos más en tu cama desnudo me quedo ahí sin hacer nada, para poder decirte que espero que si no te veo de nuevo en esta vida, te regalo un beso adornado entre ríos de tinta y flores de colores para que sepas que en mi cabeza, la poesía que recitaba tu mirada cuando te conocí y la melodía de tus gemidos entre las sabanas de mis paredes, sigue tan despierta como cuando te dormía entre mis brazos para sentir que la soledad puede darse incluso cuando presencias la más dulce imagen de la persona a la que amas.

viernes, 6 de febrero de 2015

Mañana normal

Despierto entre ruido en la mañana más normal,
apenas abiertos los ojos, ni siquiera sé si lo que veo es real,
busco una prueba, algún muestra que me de pistas
comienza otro día y apenas se si es verdad.
Mirando al futuro que se hace presente en segundos
buscando en mi pasado la historia que me llevó hasta aquí
abocado al fracaso pero sin dejar que me afecte
¿Rendirse? No cabe en mis pensamientos.
No digo ni cuento lo que pienso o siento,
solo doy atisbos de mí mismo cuando estoy despierto,
algunas veces me siento invencible… fantasía
y en eso sé que estoy en lo cierto.
Entre sueños fabrico ideas descabelladas
lo sé, no me llevan a nada, pero me encanta abordarlas.
Mañana normal, de un día normal perdido en la rutina,
¡que derroche de mediocridad!

Pues he aquí mi bendito dilema, bendito porque tengo tiempo de pensar,
dilema, porque me aburre esta realidad,
pero aunque me desvele la monotonía de mis días,
los navegaré a regañadientes por ver un mañana diferente que me de vida.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Entrenamiento del joven mago parte I


El joven mago se postra frente las puertas del laberinto para comenzar su primera lección, se siente nervioso, pero su determinación no admite dudas, por lo que se adentra sin pensarlo para comprender los senderos del poder.
Al entrar camina unos metros se encuentra con su primer obstáculo pues el camino se divide en tres. El joven observa detenidamente los detalles, el primer camino, el de la izquierda, parece el más sencillo ya que es un pasillo recto con una luz brillante al final, el cual descarta porque entiende que todo camino tiene sus dificultades, en la vida se aprende de las experiencias y un camino sin baches no le convertiría más que en un ser débil y acomododado. El segundo camino, el central, solo se ve una pared a unos pocos metros de distancia con un camino a la izquierda, el joven mago duda sobre este camino, pues no sabe que hay a la izquierda lo que le resulta extraño porque te enseña parte del sendero pero esto le provoca ansiedad por llegar hasta la pared que se bifurca a la izquierda para emprender ese camino,  pero el joven mago lo ignora pues el camino hay que recorrerlo paso a paso, no podemos fijar nuestra punto de mira más allá de lo que tenemos ahora. El tercer camino es una puerta entre abierta, en el espacio que puede observarse solo hay oscuridad, el mago no lo piensa más y se adentra en la puerta, pues su intuición le marca que hay que llevar la luz a todas las partes de la oscuridad siguiendo el camino del misterio que supone.
 La decisión del mago fue errónea pues se adentró en un camino que no tenía objetivo en su camino por lo que si no sabes a dónde quieres llegar te puedes perder en tu camino en la más absoluta oscuridad.
El joven mago no es consciente de su error por lo que continua este camino convencido de ser el correcto, camina horas y horas sin mirar atrás, ignorando que el pasado esta colmado de experiencias que nos servirán tanto en el presente como en el futuro. Su fe en el camino es inquebrantable pero no tiene ni idea de a dónde va, paso a paso va decayendo en su empeño y su cansancio aumenta. Se para, se sienta, reflexiona, no entiende su error en la inmensidad de la oscuridad, se ha perdido y comienza a dudar pero en un instante mira hacia atrás y ve la puerta por la que había cruzado hacía ya días, se encontraba a un metro de ella pero no podía ver su claridad debido a que la luz es comida por la oscuridad, el no cesaba en su empeño y obstinación de ir hacia delante sin pararse a pensar que en la vida, es necesario fijarse un objetivo, pero las lecciones del pasado te deben de guiar. Cuando vio la puerta se dirigió a ella y se dio cuenta de que ningún camino era el correcto, por lo que simplemente se sentó en medio de los tres caminos y se durmió. Durmió durante horas hasta que por fin despertó, pero no despertó en el laberinto sino en una llanura, para los sabios que habían recorrido el laberinto, la llamaban la llanura de la realidad.
La llanura de la realidad era aparentemente una llanura normal, pero tenía una singularidad, en el medio de ella extendiéndose de lado a lado había una especie de hechizo que funcionaba de espejo, pero un espejo de contrariedad, en una mitad la llanura estaba llena de árboles, el césped resplandecía con un verde que bañaba el sol más conciliador. En el otro lado en la llanura no había vida, había un desierto, iluminado por una luna de color rojo que daba sensación de que la llanura estaba llena de sangre por todo su espesura. El joven mago observo tal paisaje pero no se extrañó, ya venía preparado para cualquier ilusión o para cualquier contratiempo. Comenzó a recorrer la llanura desde donde había despertado de un lado a otro, intentando hallar la respuesta a tal enigma, pero por más que recorría la llanura no lo entendía, y comenzó a desesperar. A medida que desesperaba, su ira sobre su maestro que le había guiado allí crecía, lo que hacía que la división de la llanura se descompensara y la zona oscura robase terreno a la de luz, sin que el mago pudiese darse cuenta, siguió mal diciendo a todo. La oscuridad casi había colmado toda la llanura hasta que el joven mago, pensó en la vida, estaba en un lugar donde todo era prácticamente una ilusión, pero en la realidad no siempre todo tiene sentido, pero no por ello nos tenemos que rendir, ni odiar a los demás por no darnos las respuestas que queremos. La luz volvía a tomar terreno, el joven mago seguía reflexionando, pues en el bosque había aprendido antes de que llegara su maestro que podía entender a la naturaleza, y que eso no tenía sentido, pero era su realidad, debía aceptarla para disfrutar de la compañía de los que lo habían criado. Al fin, la luz cubrió totalmente la llanura, una puerta apareció en medio, el joven mago se acercó a ella y la miro, no parecía tener ninguna trampa por lo que se adentró en ella.
Apareció en la entrada del laberinto, nuevamente ante los tres caminos en los que antes había estado, exactamente igual, pero el joven mago ya no estaba tan confiado, había reflexionado, aunque parecía que no, llevaba cerca de una semana caminando en la oscuridad, otra semana caminando en la llanura, aunque el tiempo no parecía pasar en su mente, su cuerpo lo notaba, por lo que opto por coger el camino más sencillo si eso significaba salir de aquel lugar, así fue, cogió el camino de la izquierda hasta llegar a la luz brillante, cuando la atravesó al otro lado se encontraba su maestro.
-          Enhorabuena muchacho, has superado la primera prueba. –dijo el mago con una sonrisa- ¿Qué has aprendido? –pregunto.

-          ¿Superado? No sé el tiempo que llevo ahí dentro, mi cuerpo está agotado, he caminado en la oscuridad, recorrido una extraña llanura que parecía absorberme, para que llegado a un punto el primer camino que había descartado fuera el que llevara a la salida, he aprendido a seguir el camino fácil –replico el joven mago a su maestro-.

-          Claro mi joven aprendiz, date cuenta de una cosa, en la vida las experiencias nos enseñan a no tropezar dos veces con una misma piedra, pero también debemos saber y lo que has de aprender es que la vida en sí, es sencilla, tu diste por sentado que debe ser complicada, por lo que te complicaste tu solo en el laberinto, debemos siempre hacer las cosas simples no podemos en revesar ya que en cualquier camino habrán imprevistos, no podemos lidiar con  todo. Todo lo que paso ahí dentro fue debido a tus ganas de complicarte. –Rio a carcajadas el maestro mientras fumaba su pipa y se daba media vuelta para alejarse-.

El joven mago escucho perplejo las palabras de su maestro, y comenzó a seguirle reflexionando sobre su lección, en donde la vida siempre es mejor hacer las cosas simples ya que las experiencias nos las dan las sorpresas, lo inesperado y saber cómo actuar ante ellas. El joven mago suspiro y se adentró de nuevo en el bosque con su maestro siguiendo el rastro del humo de su pipa.

martes, 3 de febrero de 2015

Distinto el café, distinta la vida

Ha pasado el tiempo, y la energía ha cambiado… ya apenas me acuerdo de lo que era tener tu presencia, de lo que era despertar cerca de ti cada mañana, incluso el café me sale distinto desde que tú no estás. He mirado todas las noches al cielo desde que marché ya aquel lejano octubre, escapándome de ti, de mí mismo, y de todo lo que me rodeaba en ese momento, aunque muchas cosas deje atrás no podría decidir si son buenas o malas. Aunque si me paro a pensar en tí fríamente no merece la pena cada pensamiento que te he dedicado desde que te conozco, pero para que engañarnos soy preso de ti y de mi concepto idealista que tenia del tiempo que pase contigo. Pero qué le vamos a hacer si me he convertido en un cazador que ha perdido su arma. Siempre que me paro frente a esta pantalla las ideas que salen de mi cabeza son un poco absurdas, pero siempre me acuerdo de mi historia y analizo como he llegado hasta aquí, y supongo que cada decisión me ha traido hasta aquí por elección propia, nada de misticismos extraños. Y ya ves hoy por hoy mi vida ha cambiado en diferentes aspectos, casi inapreciables pero tan claros como dos gotas de lluvia en un día despejado. Así que si pensara en una forma de decir lo que pienso es que he dejado de soñar porque he descubierto la manera de vivir.