La miré y me perdí en su mirada..
me intimidaba
porque su miedo me atravesaba...
no se si conté la historia
o si la historia me contó a mi... nunca olvidaré esos ojos
ni siquiera cuando amanecí...
la candela fue mi abrigo...
lamento fue mi tormento... desplazado sin rumbo,
nefasto moribundo,
querido despota que soñó volar
pero lo único que pidió fue navegar...
Embriagado nació este canto
Que no lleva aparente destinatario
Aunque se dice que
las apariencias engañan
por lo que la claridad,
no queda reflejada
en esta oda que trata
de un alma enamorada
domingo, 16 de febrero de 2014
Embriagado
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario