Como explicar los sentimientos que acompañan el
descubrimiento que supone una mujer, teniendo en cuenta la diversidad de sus
actos con un punto central en común, lo incomprensible.
Primero comienzas con el primer avistamiento, tus sentidos
te dicen que conocerla será lo mejor que pase en tu vida, pero luego la
realidad se torna totalmente diferente a lo que esperabas. Por ejemplo, conoces
a una de ellas y congenias perfectamente, te emociona el pensar que tu media
naranja puede estar ante tus ojos, error. Primero son modositas ceden ante tus
peticiones dejándote una sensación de falso control, pero luego, a medida que
pasa el tiempo te van absorbiendo de manera tan sutil que no te das ni cuenta y
para que, para amarrarte y hacerte vivir
a sus deseos, no todas son así pero la gran mayoría acaba por tirar de una
cuerda invisible que amarra al más pintado.
Después están las que siempre te dirán mil palabras
indescifrables para tenerte ahí, no sé, es como brujería, juegan con tu cabeza,
pero juegan como si de una partida de ajedrez se tratase, pero nunca dan el
paso para que tu actúes, simplemente te dejan a la deriva intentando remar
hasta su orilla a la que nunca llegas, no
llegas porque no entiendes que pasa, quiere que lo intentes, quiere que te
alejes, por favor que no somos marionetas, agárranos o suéltanos, pero no dejes
en la incertidumbre para luego dejar en la estacada, y si, es así, actúa de
manera diferente a la anterior, pero con un punto en común y es que no
entiendes la jugada, y sigues expectante por una aclaración que nunca llega, ni siquiera en libros ni
novelas, pues en general son individualmente unas máquinas de crear dudas que jamás
resolverás.
Luego hay otro tipo, quizás este el más peligroso, y son
aquellas que hacen, e incluso aguantan, cualquier cosa para estar contigo.
Alimentan tu ego haciéndote creer que eres lo mejor de sus vidas, te tientan,
te consienten, todo vale. Consiguen meterse dentro de ti e incluso aprenden a
pensar como tú para adelantarse a tus movimientos, y ahí es cuando ya has
metido la pata, recordemos que todo vale, y sino cortas a tiempo, la cosa irá a
más, hasta tal punto que vivirás en un ciclo de calamidades dadas por una mano
negra que actúa desde las sombras, y tú ignorante, las miras como simples
casualidades. Salir de este tipo de relación se hará una misión casi imposible.
También aunque menos comunes, están las pécoras, aquellas
que no se entienden ni a sí mismas y quieren abarcar todas las miradas,
mienten, engañan de tal manera que llegas a pensar que son una excepción a
todas las demás, pero se pierden entre su propia vanidad. Y pierden lo que
quieren por los impulsos, el cuerpo se puede tentar, pero al corazón no se le
puede engañar. Hablo de aquellas que pierden el norte por cuatro gemidos y
luego llegan los arrepentimientos, aunque después siempre vendrán los falsos
<<te quiero>> que por más que los piensas, no encuentras el punto lógico.
Finalmente, ya están las mujeres que nunca dejaras marchar
esas con las que puedes estar en mil batallas, no tienen ninguna mala intención
y son verdaderas en todos sus aspectos, si, hablo de las amigas. Esas que
siempre conviene tener para que te expliquen el modus operandi del resto de su
género.
Aunque realmente esto es un relato generalizado y un poco
irrelevante, ya que es mi visión de las mujeres y su extraña forma de actuar,
siempre habrá excepciones, que yo aún no llego a conocer.
Nosotros también nos las traemos pero eso no es menester
explicarlo aquí.
También muchas de estas actitudes somos proporcionalmente
responsables, ya que a lo largo de los años las colmamos de decepciones, y las
endurecemos, sufrimos las consecuencias de otros que han pasado antes que tú,
pero también otros sufrirán las consecuencias que has creado tú.
En conclusión, lo que quiero explicar, es que todas aunque
diferentes, tiene ese punto en común que es el de darte una imagen falsa de la
realidad, esos acertijos que nunca podrás descifrar, no puedo negar que es
divertido intentar entenderlas, y aunque algunas veces puedes llegar a hacerlo,
nunca lo harás del todo. Pero bueno, no hay nada como plantarse enfrente de una
de ellas y mirarla a los ojos, acariciarla tiernamente y ver como un pequeño
soplo de aire te hace estremecer porque no hay nada más bonito que cuidar a una
mujer. Aunque no lo entiendes, da lo mismo, siempre recordaras momentos de
felicidad si realmente has amado a una mujer.
Mi conclusion a todos estos casos, es que si no entiendes a una mujer o en nuestro caso no entendemos a un hombre es que esa persona independientemente de que sea hombre o mujer no ha madurado y no sabe lo que quiere, confunde, y creo que las personas más interesantes que he conocido no tenían claro lo que querían..
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