Camino por un sendero cercano al lugar donde murió mi
cuerpo, pero aunque espectro me llaman, mi nombre en vida era Julián.
Cada día repito el mismo camino, vuelvo a pasear por las
calles de mi niñez, observo como mi inmortalidad me atenaza, no sé, quizás
llevo esperando demasiado tiempo la reencarnación que no me llega, en fin, no
sé qué pensar, ya me encuentro algo aburrido de esta no vida.
Suerte que siempre fui un hombre solitario y no puedo pensar
en la falta que me hace algún tipo de compañía, es un incordio esto de vagar
flotando todo el día. Pero tengo una escapatoria a mi monotonía aparte de
observar a estos estúpidos humanos, que aunque evolucionan en tecnología,
siguen cometiendo los mismos errores personales, desde mi vista privilegiada he
visto miles de traiciones, decepciones, amores y demás cosas que después de
muerto, pues mira, me dan exactamente igual. Mi escape es un jardín, donde mi
cuerpo se descompuso hace ya cerca de 500 años, he cuidado de él durante
muchísimo tiempo, y mira por donde se ha convertido en un jardín de esperanza,
donde generación tras generación se han ido plantando flores, pero donde mi
cuerpo pereció, una flor, la más hermosa aún perdura, y es que morí con ella en
la mano buscando a una dama que nunca supo de mi existencia pues mi
"yo" era huraño, y a nadie se acercaba pero esa dama era la perdición
en mi forma de vida, en fin, vivo la eternidad sin echarla de menos, porque
nunca supe de su calor.
Pero bueno no es cuestión de ponernos sentimentales, pues mi
jardín me ayuda a sobrellevar, esta penitencia, que realmente no sé si merezco,
pues la verdad nunca hice mal a nadie, aunque estuve en una guerra y muchos
hombres murieron en mis manos, pero eso era lo que Dios quería que hiciese, ahora
porque me castiga, no lo sé.
Cuando volví de la guerra trabaje como jardinero para una
duquesa, donde vi por primera vez a Rosa, la criada de la que que me quede
prendado, no sé si fue por la falta de vista que tenía, no veía demasiado bien,
o porque me había cansado de andar solo, es una calamidad tener la eternidad
para pensar en tus errores, llevo mucho tiempo vagando, escribo esto en un
papiro espectral, por si algún momento de la existencia alguien ocupa mi lugar
y me dejan descansar en paz, sepan que han de cuidar en este limbo de martirio.
Entonces, para el espectro que venga detrás de mí cuida mi
jardín, sobre todo la Rosa que hay en medio, que representa mi único atisbo de
humanidad que me queda, para que mi legado perdure para siempre, en "El
jardín de los sueños" que es lo único que me ha permitido sonreír después
de muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario