Ciento una historias que salen de mi cabeza, ciento una
historias que han sucedido y tantas otras palabras que he divagado en la
soledad de mi rincón. Sueños y fantasías que difieren de la realidad, pero
siempre dando un toque realista al momento en que nació. Surgió de un mal
pasado, pero ayudando a mejorar un poco el presente, cambiando por completo mi ideología.
Ahora mirar con optimismo un futuro que no perpetra más allá del mañana es una filosofía
arraigada en mí ser. Y luego miras hacia atrás y te das cuenta de que quizás no
es tarde para empezar a soñar con cuentos que nunca nadie había relatado porque
simplemente no se paran a mirar que hay un mundo tras las palabras. Que hay un
mundo que todavía no existe, pero existirá cuando la inspiración cabalgue hacia
el lugar donde debe llegar, a las mentes de los demás.
Me gusta
ResponderEliminar