…él se la saco
del todo y la penetro, suavemente, no había prisa, pero si ganas de sentir, así
que la suavidad duro escasos segundos, porque acto seguido empezó a embestirla
como si intentara tumbar una puerta, ella gemía, gemía y gemía, no paraba de
gritar a cada bandazo sus pechos se movían como flanes, el comenzaba a sudar
pues estaba dando todo lo que tenía por dentro, los gritos se oían a muchos
metros a la redonda, a lo lejos de la playa había un paseo, y la gente miraba,
incluso algunos se asustaban, pero daba igual ella estaba disfrutando como
nunca antes.
Después de minutos de máxima intensidad él tuvo que parar, su
cuerpo había quemado muchísima energía, pero ella no estaba saciada, así que se
puso sobre el ya cansado pero erecto muchacho, la agarro y se la metió para
cabalgarla, para destrozarla, el tenia cara de disfrute, pero también un poco
de miedo nunca había visto a una mujer tan entregada encima de sí mismo, ella
gritaba y por momentos le pegaba, y poco a poco se fue recuperando, ella seguía
y él se calentaba aún más, se calentaba y se calentaba, ella cabalgaba,
se sentía como si fuera a tocar el cielo, no paraba de “saltar”
sobre él y sus pechos le hacían alterar el movimiento de los ojos al muchacho
que se incorporó un poco para agarrarla de la cintura y ayudarla para imprimir
más ritmo pero en medio del éxtasis ella comenzó con su orgasmos y él, al
notarlo la agarro y la puso contra una roca para que su culo estuviera en pompa
y que su orgasmo fuera más duradero, ella al sentirse forzada le excito aún más
si cabe la idea. Él la volvió a penetrar y un alarido recorrió las calles de la
ciudad, mientras el choque de los cuerpos hacia ruidos, el acompañaba la
melodía con nalgadas mientras la cogía del pelo para poder ver su cara de gozo,
que rozaba casi la ira, estaba endemoniada por el sexo. Follaron y follaron, él
se la follaba y ella se dejaba ser follada por aquel que había conocido por
simple azar, pero toda historia acaba y ella había tenido un orgasmos intenso y
sonoro, él quería que disfrutara más pero ella, también consciente de que el
aguantaba por ella y estaba ya saciada, quiso compensarle, así que lo puso a él
en la roca y de rodillas comenzó de nuevo a comérsela pero él no aguanto mucho
más, le dijo que parase que ya iba a terminar pero hizo caso omiso, así que
termino donde cualquiera se imagina. Después se fueron desnudos al mar para
culminar enfriando los cuerpos.
Después de un rato en el agua se volvieron a
juntar, y una vez más se follaron. Salieron y se vistieron como pudieron, él
tenía unos botones rotos en su camisa, ella la camisa rajada se le veía un
pecho prácticamente sino fuera por el sostén, y se marcharon dejando atrás la
playa en la que follaron por primera pero no última vez, porque a partir de ese
día, se follaron durante todos los días del futuro que creó esta historia.
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