Ojala que volvieras a tener un momento conmigo, pues aunque
pase el tiempo no me importa, no lo olvido. Terminar de esa manera no fue
adrede fue a mi manera, no me porte nada bien y me arrepiento de haberte
tratado como un agregado en mi camino y no como la persona que merecía estar
junto a mí en el destino que hubiéramos forjado, si no te hubieras empeñado en
desconfianzas que amargaban y agobiaban el día a día.
Reconozco que fuiste buena conmigo, aunque tus mentiras
fueron artimañas que nadie debe utilizar para estar con alguien, pues quizás esa
persona tenía otro concepto para llegar a enamorarse de ti en cualquier
momento, pero tu comportamiento consiguió el efecto contrario, pues tu
desconfianza me contagio pensando de ti que no eras lo que a simple vista se veía.
Te termine viendo como una arpía.
Manipulabas, no lo niegues, y casi acabas conmigo. Tú lo
sabes no es mentira, no fui un santo pues me daba igual mientras tu llorabas yo
vivía la vida a mi estúpida manera. Lamentarse es inútil pues lo pasado queda
escrito en la memoria y no cambiara por mas días que añadas en tu vida. Y hoy
por hoy en el sendero que recorro te siento como una piedra en la que no volver
a tropezar. Aunque algún día no me extrañaría volver a pecar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario