Hace tiempo que no puedo vivir sin ti, desde que
te conocí mi tiempo quedo encerrado en tu cuerpo, en donde mi pensamiento se
volvió eterno hacia ti. No paro de pensar nunca en ti, no puedo respirar, pero
tú ni siquiera me ves.
Te escribo esta carta porque no entiendo que
siento, y quizás cuando lo relea entienda mis sentimientos, te quiero, muy a mi
pesar, ya que mi cordura depende de ello, apenas duermo pensando que algún día
puedas ser mía, que algún día volveré la vista hacia el otro lado de mi cama y
tu estarás ahí al despertar como si fuera un cuento.
Hace unos días tuve un sueño, cabalgas en una
nube hacia el firmamento estirando tu mano para agarrarme pero yo por más que
corría y saltaba nunca lo lograba, mientras corría el camino terminaba y a lo
lejos se divisaba un acantilado, pero no desistía en agarrarme a tu mano, paro
poder entrar en tu nube, en tu vida, el camino termino y sin dudarlo en el
último metro salte aunque fuera directo al fondo del abismo, pero aun así no
alcance tu mano y caí en un océano de oscuridad, culpable del despertar con
lagrimas en mi cama, ya que siento que aunque luche contra el mundo jamás serás
mía, pero tú serás mi nube, y yo nunca dejare de amarte aunque el camino elegido
no sea el correcto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario