Las nuevas historias siempre asustan al principio, no busco
encontrarlas pero me gusta afrontarlas, pues una idea que surge de un encuentro
puede acabar convirtiéndose en mil sentimientos.
No dudaría en aventurarme a la
locura ni un segundo si me dejaras para siempre reposar sobre tu cintura.
Te daré un poco de mí para encontrarme a solas contigo, pues
me parece genial que me veas diferente, por lo que soy, por lo que siento, por
mis historias y mis pensamientos.
Después de todo, tal vez me digas que nos veremos cinco o
diez minutos, pero créeme cuando pase ese tiempo me moriré por robarte un beso
y pedirte que no te vayas.
Tal vez me arriesgue o me apresure a determinar un juicio
pero espero que esto termine con un bonito sencillo, que comience con alegría y
no tenga fin porque las buenas historias nunca se olvidan, y si alguien las
recuerda jamás habrán muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario