Pasan los días y el mundo se empeña en empujarme hacia el
fondo, no entiendo nada de lo que ocurre, eso me provoca un gran resentimiento
en mi interior, puedo manejar miles de problemas y analizar miles de detalles
en un instante, pero eso tiene sus consecuencias, consecuencias que no puedo
asimilar.
Primero, me meto en mi mundo ignorando lo que sucede a mí
alrededor alejándome de todo y llevando a cabo un plan que horas más tarde
carece de sentido.
Segundo, derramo lagrimas por los sentimientos que me
abordan y me sacuden hasta decir “¡Basta!”, lo siento si provoco algún dolor
por mis reacciones no es adrede es que ya no puedo seguir así.
Tercero, me voy de unos extremos a otros sin saber donde perdí
el rumbo, sin ver de cerca una salida y pensando que quizás lo mejor sea
desaparecer entre las palabras, para que nadie pueda ver cómo pasan mis
dilemas.
Lo siento, si en algún momento hice creer a alguien que tal
vez había cambiado y que tal vez había evolucionado a un estado de madurez que aún
me cuesta alcanzar.
Tengo que caminar solo para volver a encontrarme con los demás,
en el camino, en un lugar en que pueda abrazar a cada persona y llevarla
conmigo a un sitio donde podamos dialogar, donde podamos entendernos ya que
considerando que todos estamos en el mismo mundo, nos tendrá que tocar afrontar
los mismo problemas, y experimentar el mismo dolor en según que etapas de la
vida.
Tal vez mañana me muera y mi existencia sea recordada como
la de un alma en pena en donde ciertos momentos, una sonrisa me llevo a la
felicidad más absoluta, pero esas sonrisas fueron pocas o muchas, tal vez soy egoísta
al sentirme tan solo, pero nadie me demuestra que hay una opción diferente a la
de resignarse, una opción de revertir las cosas.
Pero como abordar esos temas si mi noción de cómo transcurre
el tiempo y la vida es diferente de la del resto, no veo la felicidad en la
sociedad actual, no veo como un céntimos nos diferencia unos de otros, he visto
personas sin dinero, que sobresalen, personas con valores que enseñan la virtud
de sí mismos para que los demás alberguen esperanzas, esperanzas que ahora no
tengo, esperanzas que no se si llegaran, esperanzas que espero que lleguen
antes de que me dictaminen un triste final.
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