sábado, 8 de febrero de 2014

Aquel que no es visto

A mi alrededor la oscuridad se hace densa, a veces incluso me da un poco de miedo pero debe de estar a punto de amanecer, ya que, escucho el ruido de los coches, los pajaros cantan mientras esperan el sol... no sé, hace tanto frío... y sigo aún entre las mantas con los ojos entreabiertos sin ningún motivo para salir de mi calida cama.
Aunque pasa una idea, pero se escapa por mi propia voluntad, un fugaz sueño que evocaría una sonrisa, pero mi analítica mente va construyendo variables que diluyen la esperanza... no se si es ser realista, o si es ser un poco derrotista.
He de reconocer que hace tiempo que di por perdido mi tiempo, a la vez que sigo flotando en un desierto de nubes, perdido sin rumbo, sin intención de alzar el vuelo hacia lo desconocido por miedo, por comodidad, por estupidez o por incapacidad. Me resulta fácil leer a la gente, pero me cuesta asumir mi realidad, mi persona y no es que me engañe, es que no me valoro y me hunde saber que puedo dar más pero que algo falla en mi, y no consigo remediarlo, y/o nadie me entiende, o yo no me explico con claridad. Es una absoluta locura pensar en ello, porque siempre se vuelve al punto de partida sino tomas las riendas del camino que llevas, del camino que has de recorrer, del camino que tu mismo te impusiste, al tomar los giros que derivan de las decisiones, creo que no entiendo mi propia vida, ni a mi mismo... por lo que divagar es lo único que me hace sentir quien soy sin ser visto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario