jueves, 12 de diciembre de 2013

Estúpida esperanza

A veces cuando me paro a pensar, me doy cuenta de que en realidad con todas mis historias no he visto nada, nada para decir que he sentido más allá de la incoherencia, no sé. Podría decir que estando vacío la vida solo pasa y pasa, no llega nada, pero en el fondo sé que hay algo para mí, algo que me hará ver quien realmente soy. Muchas veces me he perdido a mí mismo, para encontrarme brevemente porque siempre me vuelvo a perder. La vida nos enseña que los cambios son buenos, pero personalmente me aterra el pensarlo, pues mi realidad es cómoda y cualquier cosa que falle es la muerte de una parte de mí mismo. Buscar un camino parece simple, pero no lo es, no lo es porque cuesta aventurarse hacia lugares más allá de la imaginación, lugares que podrían dar sentido a este emplazamiento que llamo estupidez, por lo perdido, por lo que no he sabido apreciar, o tal vez lo he apreciado pero no era lo que realmente buscaba. Por eso lo llamo estupidez, porque no me gusta estar así, no me gusta ser el anormal de turno que se exalta con la mínima muestra de afecto, ni aquel que se desinhibe para no pensar, para no ser consciente de lo que le rodea, un tonto que quisiera vivir en sus sueños por que el despertar es triste, como ya dije, vacío. Pero vuelvo a pensar en la esperanza de que ahí fuera esta lo que busco, y es para mí, lo será desde el primer momento y a partir de ahí lo será para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario