miércoles, 11 de septiembre de 2013

Llanura emocional

La llanura se hacía eterna, el sol sobre mí pegaba tan fuerte que el sudor recorría mi cuerpo sin compasión. Caminaba y caminaba pero no encontraba lo que realmente buscaba, porque sin saberlo, no buscaba nada. El tiempo parecía no correr, parecía estar en un lapsus, avanzaba pero parecía retroceder.
Entonces me di cuenta, que era por mi culpa esa situación, me negaba a salir de aquel bucle, me negaba a avanzar de verdad, por miedo a dejar atrás ciertas cosas que se habían adueñado de mi vida sin yo saberlo. Solo y asustado, no comprendía como salir de aquella burbuja en la que me asfixiaba por la falta de opciones para esquivar aquel cruel destino.
Hasta que lo comprendí, comprendí que la llave para salir de aquel infierno emocional estaba en mi mano, que aquel paraje de perversión se podía remover con un poco de iniciativa. Comencé a correr por la llanura, creyendo ciegamente en encontrar una puerta por la que escapar de aquella absurda y angustiosa realidad, mientras comprendía que me había dejado dominar por algo que pensé que yo mismo controlaba, pero no, me controlaba a mí. Es el problema de creerse más listo que nadie… no ves venir tu propia derrota y al final sino te das cuenta perecerás siendo ignorante. Por eso, alza la vista y quítate la venda que te atora en ciertas etapas de tu vida de las que debes desprenderte para sentir de nuevo, que la vida puede darte sorpresas.

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