lunes, 2 de septiembre de 2013

Reflejos del pasado

Mírame, no puedes comprenderme, ¿verdad? Ya lo imaginaba. Yo tampoco te entiendo a ti, tu forma de ser se me hace imposible de descifrar. Cuando te miro veo ese algo que te lanza a arriesgarte, pero cuando estoy cerca de ti, algo me dice que me marche.
¿Cuándo complicado, no? Pero ya ves, aquí seguimos, mirando cada noche la luna para sentir que estamos conectados, pues si la miramos a la vez, en ese instante, mientras hablo contigo por teléfono, siento que estas junto a mí y que todo es fácil. Aunque sabemos que no lo es. Pero no te culpo, yo tampoco he dado de mi parte, y si lo he dado, lo he dado mal.
Lo siento, siento haberte defraudado, no soy esa persona que conociste hace ya algún tiempo, tan solo soy un reflejo debilitado de lo que solía ser, una sombra de mi alma, un resquicio de mi antiguo yo.
Aunque siendo sincero tú tampoco, cuando te conocí eras risueña, eras lo más bonito que jamás había visto, entrañable, imposible de no querer, pero ahora, pareces un ser que se ha forjado una coraza para que nadie pueda entrar hasta ti. Es una lástima que no haya funcionado, pero no importa, yo siempre te llevaré en mi memoria, siempre te llevaré como una parte de mí, porque realmente es lo que eres, y solo espero, que yo también para ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario