sábado, 23 de noviembre de 2013

Carta desde el destierro

¿Te acuerdas? Yo sí, hace tiempo que no nos vemos pero nunca olvidaré el olor que dejabas impregnado en mi cama, cuando pasamos la noche en vela solo mirándonos a los ojos, porque no necesitaba nada más que tú presencia para ser feliz. No sé, tal vez  he podido obtener lo que yo pretendía, que era pasar toda mi vida contigo. Ahora hace un tiempo que te has ido y aunque lo he superado no ha habido día que tu nombre no resonara en mi cabeza, no ha había un día en el que algún recuerdo aflorara sacándome alguna mueca de tristeza o de alegría, siempre fuiste los dos extremos. Recuerdo cuando me cantabas, recuerdo cuando tu voz era la única melodía que mi corazón sentía, que mi corazón requería, pero todo eso ya paso, lo sabes y lo sé, pero no quiere decir que quiera olvidarlo, no quiero, pues eres el mejor recuerdo que poseo y lo mantengo como un tesoro que jamás será profanado. Y es que te quise tanto, que  te añore tanto cuando te fuiste que el despecho me poseyó, borre mil palabras que te había dedicado, queme tus fotos, borré tú numeró, y ahora mírame inventándome una carta para desahogarme, inventando una vez más una historia sobre ti, mi gran dilema siempre has sido. Ahora te miró y veo como pasas cada mañana por mi calle, sé que tienes un nuevo amor, ni siquiera te paras a mirarme, ni siquiera un pequeño gesto, es como si para ti no existiera, pero no te culpo, nos divertimos y eso fue más o menos lo que tu querías, a pesar de que yo requería otras atenciones.  Lo siento, dejare esto en tu buzón, sí, en el buzón donde siempre recibes mis palabras, espero que tus ojos estén aquí y que esta carta no acabe en la basura, pues ya sería la segunda vez que arrojas mis sentimientos al contenedor del olvido, a sabiendas que mis ojos todavía se humedecen cada mañana que te veo pasar.  Porque aunque anteriormente citara “te quise”, realmente quise decir… te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario