viernes, 23 de agosto de 2013

Perversiones (Parte 2)

…él se la saco del todo y la penetro, suavemente, no había prisa, pero si ganas de sentir, así que la suavidad duro escasos segundos, porque acto seguido empezó a embestirla como si intentara tumbar una puerta, ella gemía, gemía y gemía, no paraba de gritar a cada bandazo sus pechos se movían como flanes, el comenzaba a sudar pues estaba dando todo lo que tenía por dentro, los gritos se oían a muchos metros a la redonda, a lo lejos de la playa había un paseo, y la gente miraba, incluso algunos se asustaban, pero daba igual ella estaba disfrutando como nunca antes. 
Después de minutos de máxima intensidad él tuvo que parar, su cuerpo había quemado muchísima energía, pero ella no estaba saciada, así que se puso sobre el ya cansado pero erecto muchacho, la agarro y se la metió para cabalgarla, para destrozarla, el tenia cara de disfrute, pero también un poco de miedo nunca había visto a una mujer tan entregada encima de sí mismo, ella gritaba y por momentos le pegaba, y poco a poco se fue recuperando, ella seguía y él se calentaba aún más, se calentaba y se calentaba, ella cabalgaba, se  sentía como si fuera a tocar el cielo,  no paraba de  “saltar” sobre él y sus pechos le hacían alterar el movimiento de los ojos al muchacho que se incorporó un poco para agarrarla de la cintura y ayudarla para imprimir más ritmo pero en medio del éxtasis ella comenzó con su orgasmos y él, al notarlo la agarro y la puso contra una roca para que su culo estuviera en pompa y que su orgasmo fuera más duradero, ella al sentirse forzada le excito aún más si cabe la idea. Él la volvió a penetrar y un alarido recorrió las calles de la ciudad, mientras el choque de los cuerpos hacia ruidos, el acompañaba la melodía con nalgadas mientras la cogía del pelo para poder ver su cara de gozo, que rozaba casi la ira, estaba endemoniada por el sexo. Follaron y follaron, él se la follaba y ella se dejaba ser follada por aquel que había conocido por simple azar, pero toda historia acaba y ella había tenido un orgasmos intenso y sonoro, él quería que disfrutara más pero ella, también consciente de que el aguantaba por ella y estaba ya saciada, quiso compensarle, así que lo puso a él en la roca y de rodillas comenzó de nuevo a comérsela pero él no aguanto mucho más, le dijo que parase que ya iba a terminar pero hizo caso omiso, así que termino donde cualquiera se imagina. Después se fueron desnudos al mar para culminar enfriando los cuerpos.
 Después de un rato en el agua se volvieron a juntar, y una vez más se follaron. Salieron y se vistieron como pudieron, él tenía unos botones rotos en su camisa, ella la camisa rajada se le veía un pecho prácticamente sino fuera por el sostén, y se marcharon dejando atrás la playa en la que follaron por primera pero no última vez, porque a partir de ese día, se follaron durante todos los días del futuro que creó esta historia.

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