Te miro, pero estas lejos, que difícil es intentar
comprenderte. No puedo seguir por este camino sino me lleva adonde yo quiero,
aunque me guste recorrerlo.
He pensado muchas veces en como sería nuestro encuentro, si seguiría todo igual como ha sido en la distancia, tras las palabras. Pero no puedo hacerme a la idea, pues no tengo todas las respuestas, aunque a veces dé la sensación de que pueda tenerlas.
Ya sé que soy un loco que busca cualquier sistema al que aferrarse, pero no soy un estúpido que se deleita en cualquier apoyo que se me ofrece, aquí donde me ves, soy bastante selecto aunque muchos duden de esas palabras. Al fin y al cabo la elección es mía, podría continuar en silencio escuchando tus batallas, o podría simplemente cortar la raíz para que no crezca la planta.
No sé, es más sencillo en las novelas, el dolor es ficción y la distancia se puede arreglar en una página, cualquiera puede congeniar, y otros intentarán interponerse sin existo, un amor idílico donde todo saldrá como el autor quiera.
Por desgracia, la realidad no es así, si te duermes te adelantan, si no saltas te atropellan y las estrategias que uses para lograr tus anhelos pueden desembocar en daños que no pensaste. Porque tendrá que ser tan difícil encontrar una solución, es simple, solo cambio impresiones contigo, solo veo tú esencia, y no mientes ni siquiera cuando te lo pido. Ya veo, eso lo complica.
Tal vez lo mejor sea decir adiós, o seguir el sendero del silencio, para luego aparecer cuando las defensas me acepten y no esté bajo sospecha. No es tan fácil decidir aunque de fuera te relaten mil consejos.
He pensado muchas veces en como sería nuestro encuentro, si seguiría todo igual como ha sido en la distancia, tras las palabras. Pero no puedo hacerme a la idea, pues no tengo todas las respuestas, aunque a veces dé la sensación de que pueda tenerlas.
Ya sé que soy un loco que busca cualquier sistema al que aferrarse, pero no soy un estúpido que se deleita en cualquier apoyo que se me ofrece, aquí donde me ves, soy bastante selecto aunque muchos duden de esas palabras. Al fin y al cabo la elección es mía, podría continuar en silencio escuchando tus batallas, o podría simplemente cortar la raíz para que no crezca la planta.
No sé, es más sencillo en las novelas, el dolor es ficción y la distancia se puede arreglar en una página, cualquiera puede congeniar, y otros intentarán interponerse sin existo, un amor idílico donde todo saldrá como el autor quiera.
Por desgracia, la realidad no es así, si te duermes te adelantan, si no saltas te atropellan y las estrategias que uses para lograr tus anhelos pueden desembocar en daños que no pensaste. Porque tendrá que ser tan difícil encontrar una solución, es simple, solo cambio impresiones contigo, solo veo tú esencia, y no mientes ni siquiera cuando te lo pido. Ya veo, eso lo complica.
Tal vez lo mejor sea decir adiós, o seguir el sendero del silencio, para luego aparecer cuando las defensas me acepten y no esté bajo sospecha. No es tan fácil decidir aunque de fuera te relaten mil consejos.
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