A veces me despierto y no entiendo como es posible que la
vida sea tan paciente, parece que nos va acechando en cada esquina, observando,
planeando, estudiando nuestro comportamiento.
Nos deja equivocarnos pero nos castiga por ello, incluso, a veces cuando acertamos, también nos castiga para no confiarnos, en fin.
Nos intentan enseñar a vivir, pero nadie, absolutamente nadie conoce el futuro. Te enseñan la forma de vivir del pasado, pero no a vivir el futuro que está por llegar y te descoloca porque todo lo que tus maestros te intentaron inculcar, se va diluyendo con los cambios de mentalidad que provocan ciertos acontecimientos en la sociedad. Adaptarse o morir, aprender por uno mismo, y salir adelante luchando, ya que nunca la vida será perfecta, pero por lo menos podemos intentar luchar por una plena.
Nos deja equivocarnos pero nos castiga por ello, incluso, a veces cuando acertamos, también nos castiga para no confiarnos, en fin.
Nos intentan enseñar a vivir, pero nadie, absolutamente nadie conoce el futuro. Te enseñan la forma de vivir del pasado, pero no a vivir el futuro que está por llegar y te descoloca porque todo lo que tus maestros te intentaron inculcar, se va diluyendo con los cambios de mentalidad que provocan ciertos acontecimientos en la sociedad. Adaptarse o morir, aprender por uno mismo, y salir adelante luchando, ya que nunca la vida será perfecta, pero por lo menos podemos intentar luchar por una plena.
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