Recortes rotos

Hoy me he despertado y he ido a correr como cada mañana, el aire contaminado de la ciudad entrando a mis pulmones mientras recorría la calle. Cuando llegue al lugar donde cada mañana doy rienda a mis pensamientos mientras mi cuerpo se ejercita, escuche a un hombre de mediana edad sentado en una de las mesas del parque con una cerveza despotricando de la sociedad actual, de la hipocresía política y de las pocas esperanzas que tenía depositadas en su futuro, eso me llevo a plantearme durante mi rutina diaria hacia dónde íbamos.

Familias rotas por falta de dinero debido a la inestabilidad mental que provoca en ellas la ansiedad, personas respetables utilizando la picaresca para llegar a fin de mes, inmersos en un caos social del que parece nadie pondrá solución a corto plazo.

¿Hasta dónde quieren llegar?  ¿Quieren que la sociedad se levante en saqueos y violencia contra las instituciones políticas? Porque es lo que van a conseguir, ya que no tienen tiempo para fijarse en la sociedad que por el puesto que ocupan están obligados a proteger. Don dinero, don lo puedo, don me importa una mierda si tu estas mal mientras yo me llene los bolsillos. Sinceramente, me considero un ignorante en temas políticos y no entro en ello porque no puedo, pero veo a la gente como cada día vive por luchar, casi consumiendo su esperanza de un nuevo día porque todas sus fuerzas se ocupan en tener suficiente comida.

Pero no todos son los políticos, se convocan manifestaciones y van los afectados porque la sociedad se ha construido sobre cimientos de su propio ombligo, la empatía por los iguales apenas existe y el egoísmo escala peldaños en nuestras consciencias. He visto más de una persona escachar a gente por conseguir sus objetivos sin importarle quien estaba al otro lado de su mirada, pero es lo que nos toca vivir, se podría cambiar pero el mundo no está preparado para alejarse del poder que conlleva el dinero ni para ayudar a los demás.

Pongo mis esperanzas en la poca gente que tiene valores, aunque esa gente escasea pongo la mano en el fuego por ellos ya que lo único que puedo aportar son mis ideas y seguir a los que realmente pueden cambiar el mundo. Y para terminar decir a los de arriba que no están recortando en gastos, están recortando vidas.