domingo, 14 de julio de 2013

Miedo

De repente una foto lo cambia todo,
miras en ella y encuentras un silencio,
donde queda aquella ilusión,
por recorrer lo desconocido,
sin miedo a tropezar por el camino,
¿Dónde encontrar la inocencia perdida?
Quizás en el pasado,
aunque mejor dejar eso a un lado,
y verter en una vaso,
las lágrimas que caigan para no olvidar lo que sentías,
y es que es así,
no puedes albergar esperanzas sintiéndote vacío,
no puedes intentar acostarte con una idea,
ni necesitar caricias que nunca llegan,
tampoco mirar hacia el suelo a cada paso,
tampoco puedes decirle a alguien,
que no puedes dejar de pensarle,
porque sencillamente no puedes pensar
en nadie, en nadie que no sea en ti,
porque estarías mintiendo,
estarías mintiéndole a los demás,
porque cuando estas en un estado,
que no entiendes,
todo lo demás te da igual,
te agarras a eso para excusarte,
para defender lo indefendible de tus actos,
y si, si te escondes en eso,
te escondes para que nadie pueda tocarte,
porque tienes miedo,
a que vuelvan a hacerte daños si te ven por dentro,
a que vuelvas a hundirte en un sentimiento,
que por más que sea bonito al principio,
muchas veces termina siendo un suplicio,
tu suplicio, por eso te escondes y no te asomas,
y dices que sientes algo que te inventas,
para soportar tu día a día,
en el cual te odias a ti mismo,
te odias por que no sabes reaccionar,
te odias porque nadie te entiende,
y eso aunque prepotencia parezca,
es un mecanismo de defensa,
para poder escudarte en que eres especial,
y por eso nadie te puede tocar,
al final, es triste, porque duermes solo cada noche,
soñando y soñando con otra realidad,
y aunque en los sueños te deleites,
porque no quieres vivir tu realidad,
los sueños son la ficción,
son los anhelos del recuerdo,
en los que un día hubo que,
no tenías miedo a sufrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario