viernes, 28 de junio de 2013

Hasta que sea menester

Días difíciles han pasado de largo,
llantos, y decepciones,
largas horas mirando en el espejo,
buscando a aquel que fui tiempo atrás.
No me encuentro y no me frustro,
pues de mi antiguo ser queda lo justo,
He crecido y madurado, poco,
pero el cambio se ha notado.
Amores imposible reclame,
sin darme cuenta que siempre hubo alguien ahí,
a veces lo mejor es mirar hacia los lados,
para ver quién te acompaña a cada paso.
Unos ojos que me admiran,
que me hacen creer en que quizás haya otra vida,
otra forma de ver el mundo,
y que valgo lo que me dicta la sonrisa con la que me acoge.
Bendita confusión que me lleva a rastras,
bendita amargura que me enseño la locura,
la locura de querer estar contigo,
la locura de querer ver el mundo desde tu destino.
Gracias, por las escuchas,
siento la demora,
pero ya he llegado a donde tú esperabas,
y me quedo aquí hasta que me niegues el lugar.
No merecía ciertas historias que venían de atrás,
gente que mil cosas no supo apreciar,
las lágrimas en segundos no tienen comparación,
a mis palabras cuando te pienso y te llevo en mi corazón,
pues los errores no se deben repetir, y tu mi ángel,
que viniste a rescatarme de un infierno de sentimientos cruzados,
que no dejaban dar de mi lo que dios me ha dado.
Te doy las gracias por tu simpatía,
y por devolverme la armonía,
aun no puedo prometerme mi tiempo,
pero si puedo prometerte,
que algún día de mi boca saldrán dos simple palabras,
que tiempo atrás dije a otros labios,
“te quiero”, ojala cuando sea menester,
tú me lo devuelvas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario