jueves, 6 de junio de 2013

No existe el arte

Oigo el sonido del mar en primavera,
Jugando a que salto desde una nevera,
Averiguo la flor que no le di aquella tarde,
La miro de lejos observando sus alardes.

Añoro el silencio de sus descansos,
Vuelo como un pájaro que ella convirtió en manso,
Olvidando que es tenerla entre mis brazos,
Le insistí a que me hiciera ignorante en mí fracaso.

Verla escribir es mi maldición como amigo,
Iría por ella para cumplir mi castigo,
Estando en su pecho bebí de lo prohibido,
Rompí barreras  en mi mente cuando estaba dormido.

Ajeno a tu llanto morí de anhelarte,
Solo en mi cuarto sin ti, no existe el arte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario