sábado, 1 de junio de 2013

Borrachera llegada desde Londres

Ahora me encuentro escribiendo en un estado que no comprenderían los abstinentes, una sensación de euforia, en el que todo es posible, y si, escribo esto por no aguarle la noche a nadie en el whatsapp, aunque hay muchas cosas que me gustaría decir.

He querido a muchas personas y ellas me han querido a mí, he dado todo lo que tengo y perdí todo lo que fui, pero no pasa nada pues no guardo rencor, me han rodeado de palos y de caricias, de carantoñas e injusticias, pero siempre sabiendo de los que me aprecian, lo hacen por mi bien. Los demás, sinceramente, me la sudan.

No quiero, querido lector, que me entiendas, pues tu opinión no me llega, pero quiero que sepas una cosa. Si esto perdura mas allá del tiempo aunque acabe mi vida, que sepas, que viví a mi manera, viví como quise y tal vez disfrute mas que cualquiera. Conseguí miles de sonrisa y provoque algunos llantos, a esas personas les pido perdón, no soy perfecto ni siquiera yo me aguanto, pero si he de decir algo sensato, cuando quise a alguien, también lo odie, y siempre en mi mente descasaran las intimidades que nadie nunca sabe.

Para mi familia el amor, para mis amigos los recuerdos, y para mi corazón noches de invierno pues cada dama que me deslumbraba, hasta ahora resulto ser una rana, pero siempre mi rana, y aunque fuese efímero, por el hecho de que acabase, no me arrepentiré nunca de ello, pues son inolvidables.

Escribo esto, porque no temo a morir, escribo esto, porque me arrepentiría de que nadie supiera lo que siento, quiero a todo el que quiero, ellos lo saben, por mas que me quejo del mas tonto que me ve como un loco andante, si, no soy el quijote pero me empeño en pelearme con los molinos del viento, para hacer feliz a las personas que siempre estarán en mí.

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