martes, 11 de junio de 2013

Tropezar con una piedra

Ojala que volvieras a tener un momento conmigo, pues aunque pase el tiempo no me importa, no lo olvido. Terminar de esa manera no fue adrede fue a mi manera, no me porte nada bien y me arrepiento de haberte tratado como un agregado en mi camino y no como la persona que merecía estar junto a mí en el destino que hubiéramos forjado, si no te hubieras empeñado en desconfianzas que amargaban y agobiaban el día a día.

Reconozco que fuiste buena conmigo, aunque tus mentiras fueron artimañas que nadie debe utilizar para estar con alguien, pues quizás esa persona tenía otro concepto para llegar a enamorarse de ti en cualquier momento, pero tu comportamiento consiguió el efecto contrario, pues tu desconfianza me contagio pensando de ti que no eras lo que a simple vista se veía. Te termine viendo como una arpía.


Manipulabas, no lo niegues, y casi acabas conmigo. Tú lo sabes no es mentira, no fui un santo pues me daba igual mientras tu llorabas yo vivía la vida a mi estúpida manera. Lamentarse es inútil pues lo pasado queda escrito en la memoria y no cambiara por mas días que añadas en tu vida. Y hoy por hoy en el sendero que recorro te siento como una piedra en la que no volver a tropezar. Aunque algún día no me extrañaría volver a pecar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario